La materia prima necesaria para garantizar ciertos renglones productivos constituye uno de los inconvenientes que ha afectado el avance económico de algunos sectores de la provincia de Camagüey.
Sortear esas dificultades, innovar ante la carencia de piezas, emplear otros insumos por la falta de los necesarios se ha vuelto en el territorio agramontino una tarea cotidiana.
La Empresa Química Revolución de Octubre es una de ellas. Esta entidad, ubicada en el norteño municipio de Nuevitas, es una de las 14 empresas estatales que integran el Grupo Empresarial de la Industria Química, un sector afectado considerablemente por las limitaciones materiales, según han explicado autoridades del ramo.
Para mitigar las afectaciones este año comenzó en la industria agramontina con la fase más importante de una inversión.
Esta rehabilitación productiva se enfocó en el montaje de mallas catalizadoras de platino, cuya entrada en funcionamiento le otorga estabilidad al proceso de elaboración de fertilizantes.
Pero aún así el acceso a materias primas esenciales para garantizar la estabilidad de su principal línea de producción resulta un problema considerable.
Según comentó a la radio local, Diosmar Jiménez, director general de la planta, del plan anual de elaboración de fertilizantes solo han cumplimentado el 28 por ciento.
Aunque pudieron cumplir lo pactado para el primer trimestre del año y llegaron a pagar unos 16 millones de pesos por utilidades, el resto de los meses han sido complicados.
Sus producciones se emplean, fundamentalmente, en otras ramas estratégicas de la economía, como la agroindustria azucarera, la farmacéutica, los recursos hidráulicos, el turismo, el transporte, la construcción y la industria ligera.
En esta última ha incidido, principalmente, la escasez de amoniaco, lo cual afecta, a su vez, la producción de ácido nítrico y nitrato de amonio desde hace unos siete meses.
Pero los trabajadores de la química en Nuevitas no se quedan de brazos cruzados y se han enfrascado en la formulación y obtención de herbicidas, para garantizar así los ingresos y sortear, día a día, las carencias y limitaciones que provoca el bloqueo económico.
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