MATANZAS. —«Ya la zona industrial se ve con un aspecto diferente». Más de una vez, y temprano en la mañana de este viernes, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió esa impresión durante su visita a la Base de Supertanqueros, donde a inicios de agosto se produjera un incendio de inéditas proporciones.
Sin que las heridas del drama humano puedan cerrar —por las 17 vidas perdidas como consecuencia de las llamas y explosiones provocadas por un rayo caído sobre un tanque de petróleo—, Cuba sigue mirando hacia adelante. Es por eso que este viernes el Jefe de Estado reconoció que, en medio de un momento tan difícil como el que le está tocando atravesar al país, la zona industrial esté mostrando un ambiente de recuperación.
El mandatario reflexionó que, si importante es rehacer lo perdido en el siniestro, es muy valioso mantener todo cuanto se restaure, e incluso ampliar las mejores experiencias mientras se defiende la filosofía de dejar las cosas mejor que como estaban.
En todo puede haber aprendizaje, de las experiencias más amargas se extraen lecciones, razonó el Presidente de la República en un encuentro donde le fueron explicados al detalle los pasos que se van dando para recuperar la Base de Supertanqueros.
Hay que ponerle pensamiento a los desafíos, emprender trabajos de rigor para no solo solucionar problemas de un momento sino también para ser resolutivos con luz larga, meditó Díaz-Canel en una jornada donde estaban presentes la primera secretaria del Partido Comunista en Matanzas, Susely Morfa González; el gobernador de la provincia, Mario Sabines Lorenzo; el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy; directivos de la zona industrial, y otras autoridades.
De muchas aristas se habló en la jornada: del tema alusivo al abastecimiento de agua en la zona industrial; de las áreas que han sido descontaminadas; el desmantelamiento de las líneas que fueron afectadas (cuya restauración ya alcanza más del 90 por ciento); del pre-ensamble y montaje de líneas tecnológicas; de la reubicación de objetos dañados, y de la recuperación de las capacidades de almacenamiento; y del desmantelamiento de los cuatro tanques siniestrados.
«Yo les propongo —dijo el dignatario a los artífices de la recuperación de la zona— que trabajen esto como un proyecto de investigación». De lo que se trata, como expresó Díaz-Canel Bermúdez, es de «llegar a la solución con innovación». Lo sugirió porque «todo lo que hagamos aquí nos va a servir después para el resto de las bases donde se almacena combustible en el país».
El mandatario habló de que las vulnerabilidades detectadas en un siniestro como el de la Base de Supertanqueros conduzcan a realizar estudios de riesgos, y conlleven a proyectos más robustos. El Jefe de Estado hizo hincapié en no subestimar ni un solo elemento de un universo complejo y donde todos los ingredientes se engranan: sistemas de enfriamiento, de pararrayos, de agua, de electricidad; y que cada parte funcione no solo en situaciones normales sino que también tenga vitalidad cuando se produzca un accidente.
La visita a la zona industrial terminó en el terreno, allí donde el Presidente pudo constatar que se ha trabajado duro para cambiar la faz de un escenario muy golpeado por el fuego. Y esa fue la antesala de su arribo a otro lugar de mucho valor para la Isla, y que también pertenece a la Atenas de Cuba: La Central Termoeléctrica «Antonio Guiteras».
Por calidad y rigor en la Guiteras
Una vez en el lugar sobre el cual hablan con frecuencia los cubanos en estos tiempos, el mandatario recibió una explicación minuciosa sobre los problemas más recientes que ha presentado la entidad generadora (del 27 de septiembre al 14 de octubre de este año hubo «tres salidas de línea y tres arranques fallidos»).
Fue la oportunidad, entonces, para que el dignatario hiciera énfasis en la importancia que reviste la «cultura tecnológica». Al respecto, expresó: «Tenemos que ser rigurosos con eso porque estamos en un momento muy tenso, y además de las situaciones acumuladas que ya tenemos, por los financiamientos de los cuales no se ha dispuesto para el mantenimiento, hay otras cosas que tienen que ver también con el desempeño tecnológico de la planta».
En otro momento el mandatario reflexionó que, entre las metas «que nos hemos planteado» en la estrategia de un «mantenimiento que resuelva algunas cosas», está «recuperar capacidad, para alejarnos lo más posible del apagón en diciembre; pero ya el año que viene —que lo tenemos que preparar desde ahora— debemos regresar a los mantenimientos capitales».
De calidad y rigor habló también el Jefe de Estado, quien destacó la necesidad de «pensar distinto», acostumbrarnos a ver las cosas de otra manera, para no desechar cualquier posibilidad de mejoramiento.
En eso de «pensar con sentido innovador» el Presidente Díaz-Canel recordó que en la Guiteras «hay fuerza técnica, profesional», gente curtida en enfrentar situaciones complejas. Trajo a colación, incluso, la posibilidad de, cuando sea necesario, pedir ayuda a las universidades, y sumar a grupos de investigación, a ingenieros y técnicos con vasta experiencia.
Como no obvió la obsolescencia de las plantas generadoras del país, el Jefe de Estado hizo referencia a la pertinencia de «estudios comparados de tecnologías nuevas de plantas», para saber «qué cosas podemos mejorar en una planta como esta».
Capacidad, esfuerzo, vergüenza. Son valores que sobran, como se dijo en la jornada, en lugares tan importantes para Cuba como la Guiteras. «Cuando se hacen esfuerzos se obtienen resultados», compartió tal certeza el mandatario a punto de partida de lo que se logra cuando muchas fuerzas se unen en dirección en resolver un gran reto.
Hacia el final del intercambio el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, habló sobre la importancia del método: hizo referencia a la trascendencia que hay en hacer lo diario; pero también recordó que debe pensarse en solucionar asuntos de largo alcance, trabajar las cosas que no son tan diarias, lo cual significa conformar buenos sistemas de trabajo.
Hay muchas ideas ya estampadas sobre el papel, facultades que ya existen y que se pueden utilizar en la solución de problemas, razonó el titular, quien no pasó por alto la importancia de, en asuntos salariales, distinguir a los trabajadores más valiosos, a esos que más saben y mucho pueden ayudar.
«Aquí en Guiteras hay gente buenísima que también hay que destacar», dijo el ministro, quien incluyó en ese acto de dignificación al estilo de conversar con los trabajadores sobre quiénes son los profesionales y técnicos más valiosos, para así estimular desde lo simbólico, y también desde lo salarial.
«Tenemos que aprovechar todo», razonó Vicente de la O, en clara alusión a cómo, cuando los contextos lo exigen, hay que abrir los enfoques hacia una infinidad de ideas y de posibilidades.
Sobre los mantenimientos que deberán realizarse en la Guiteras (uno de doce días en noviembre, y otro de envergadura capital en el 2023) el Ministro insistió en la necesidad de hacer diagnósticos rigurosos, profesionales, alejados de todo falso optimismo. Luego de calificar a este como un colectivo excelente, habló de levantar el ánimo además de los megawatts.