Icono del sitio Trabajadores

RETRATOS: Una mujer al frente de los linieros

Cuando las ráfagas del huracán Ian impactaban en La Habana, Odalys Vizcay Urrutia, se encontraba junto a su jefe, Alien Mengana Pérez, en la Organización Básica Eléctrica (OBE) Arroyo Naranjo. Al llegar la calma, salieron a recorrer el territorio para comprobar los estragos causados y tener clara la estrategia que debían seguir para planificar el proceso de recuperación.

 

La ingeniera eléctrica Odalys Vizcay Urrutia no tiene dudas de que escogió la mejor de las carreras. Foto: Agustín Borrego Torres

“En momentos como esos, mi casa es esta”, afirma, ahora con la tranquilidad de que ya pasaron los momentos más difíciles. Para la especialista técnica de la referida OBE, fueron jornadas intensas, en las cuales, apenas durmieron.

No obstante, los desafíos, tensiones y estrés, no tiene dudas de que escogió la mejor de las carreras: ingeniería eléctrica. “Mi tutor, Manolo Fernández, me decía que la electricidad era un bichito que se mete y luego no puedes abandonarlo. A la verdad, no le creí mucho. Con el transcurso del tiempo, vi que era verdad. Ya llevo 37 años en la empresa. Una vez que uno se adentra en la actividad, es muy difícil abandonarla”.

Graduada en 1995 como ingeniera eléctrica a través del curso para trabajadores, en la actual Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), cuenta que primero se formó como técnico medio en el Instituto Tecnológico Hermanos Gómez y desde 1985 comenzó su vínculo con el sector. “Pasé por diferentes áreas: proyectos, soterradas y líneas aéreas.

“En la escuela te dan lo fundamental desde el punto de vista teórico, pero fue en la práctica donde verdaderamente aprendí.  Y le agradezco a todos los tutores que he tenido, a muchos les digo maestros. Ese es el caso de Noel Weinschk, no lo considero como un subordinado, es mi profesor por todo lo que me ha enseñado. Puedes hablar con él de cualquier cosa, ayuda a todos los compañeros, dondequiera que estén. Después del retiró, se reintegró”.

La mayoría de tus subordinados son hombres, ¿cómo te asumen?

“Yo dirijo más de 30 hombres, todos linieros. Crecí y me hice profesional con muchos de ellos. Me respetan, aunque, a la verdad, no es fácil dirigirlos, muchos son machistas, a veces te tienes que imponer. Hay días en que soy más cariñosa y me dicen: ‘hoy estás hecha un caramelo’.

 

La especialista junto a varios de sus compañeros de trabajo. Foto: Agustín Borrego Torres

“Los quiero como si fueran mi familia. Todos los días, antes de que salgan a cumplir con su trabajo, les digo: cuídense, cuídense, cuídense mucho. Para mí es un ritual. Cuando el trabajo es de noche, me preocupo más todavía. Las personas desean electricidad en sus casas, pero no se imaginan lo difícil que es y el riesgo que representa para los operarios: se pueden caer de un poste, resbalar con la hierba, dar un tropezón. Mi charla con ellos acerca de la seguridad y protección es sistemática. Por eso, pienso en la importancia de seguir potenciando la calidad y entrega sistemática de los medios de protección”.

Es una labor compleja la que ellos realizan…

“Para mí son las personas más importantes que existen en la empresa eléctrica, son los que más riego corren. Él que escoge este oficio es porque lo ama. Tienen los mismos problemas de todos; el salario no les alcanza, tienen una familia que los llama y les exige y más allá de toda circunstancia, se entregan con pasión a su labor.

Cuando tengo que llamarlos por la madrugada, las esposas me dicen: ‘Odalis, tú no descansas…’”

En períodos de contingencia, ¿cómo te las arreglas?

“El trabajador eléctrico sabe cuándo sale, pero no cuándo regresa. Agradezco mucho el apoyo de mi familia. Mi mamá, Mercedes, me ayudó mucho con mi hija, Yusedalys, quien ya tiene 24 años. Estudia Licenciatura en Rehabilitación y coopera también en los quehaceres del hogar.

“Hemos pasado por varias contingencias debido al impacto de huracanes; y en esas temporadas, muchas veces, cuando llego, duermen. Mi mamá se levanta para preguntarme cómo me ha ido y la niña también. Siempre están pendientes de lo que hago”.

En el sector ¿has tenido oportunidad para desarrollarte?

“No ha habido barreras, como yo, hay otras mujeres en esta especialidad. Algunas empezaron conmigo, otras se han incorporado, son más jóvenes, ahí están Odalys Rodríguez y Luz del Carmen… nos gusta la electricidad y aquí estamos, luchando junto a este ejército de héroes anónimos, sin esa fuerza, no es posible nada”.

Consulte anteriores RETRATOS aquí:

Compartir...
Salir de la versión móvil