Al presentar este miércoles a medios de prensa nacionales y extranjeros acreditados en La Habana el informe más actualizado sobre los efectos del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla denunció que los daños acumulados durante seis décadas de aplicación de esa política ascienden a 154 217.3 millones de dólares.
Al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de un billón de dólares (1 391 111 000 000).
Subrayó que en los 14 primeros meses de Gobierno de Biden los perjuicios ocasionados a Cuba alcanzaron los 6 364 millones de dólares, equivalente a una afectación de más de 454 millones de dólares mensuales y más de 15 millones de dólares diarios.
Entre agosto de 2021 y febrero de 2022, el bloqueo causó pérdidas a Cuba en el orden de los 3 806.5 millones de dólares, un monto récord para apenas siete meses. “Estimados indican que el PIB de Cuba pudo haber crecido un 4.5% en este periodo, de no existir el bloqueo”, señaló Rodríguez Parrilla.
Afirmó que el bloqueo ha escalado a una dimensión cualitativamente más dañina e inhumana y que, en el contexto de crisis global en los sectores sanitario, energético, alimentario y ambiental, Cuba ha debido enfrentar adicionalmente el recrudecimiento sin precedentes de esa política obsoleta de Washington.
El canciller cubano apuntó que el recrudecimiento del bloqueo incluye medidas muy agresivas impuestas durante el Gobierno de Donald Trump y que, en su gran mayoría, aún permanecen vigentes como continuación de la política de EE.UU. de máxima presión contra la Isla.
Entre esas medidas, citó las demandas presentadas al amparo del Título III de la Ley Helms- Burton, y la persecución a las empresas, buques y navieras que envían suministros de combustible al país, que son elementos de la estrategia de EE.UU. para causar daños a la economía cubana.
La arbitraria e injustificada inclusión de Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado estadounidense sobre supuestos Estados patrocinadores del terrorismo es uno de los elementos de la estrategia de EE.UU. para aislar a Cuba y provocar su descalabro económico, denunció Rodríguez Parrilla.
Agregó que se suman el ataque a todas las fuentes de ingresos del país, la intimidación y extorsión a terceros y el reforzamiento de las presiones a Gobiernos, instituciones bancarias y empresarios de todo el mundo, prácticas que se han consolidado como parte esencial de la estrategia estadounidense contra Cuba.
Además, destacó que el recrudecimiento del bloqueo ha estado acompañado de un incremento de la agresión política, mediática y comunicacional.
“La intensificación del bloqueo ha estado acompañada de un aumento inusitado de operaciones de desinformación, financiadas con fondos federales del presupuesto de Estados Unidos”, dijo.
El ministro cubano de Exteriores sostuvo que con esas prácticas, contrarias al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, se pretende fabricar una oposición política y generar desorden e inestabilidad en Cuba.
También se pretende fracturar el orden constitucional y el consenso social, alentar la migración irregular y afectar las condiciones de tranquilidad y seguridad ciudadanas en que vive el pueblo cubano, añadió.
Respecto a las medidas sobre Cuba anunciadas el pasado 16 de mayo por el Gobierno de Joseph Biden en materia de visados, migración regular, vuelos de estadounidenses al país y remesas, el canciller reiteró que son un paso en la dirección correcta, pero de un carácter muy limitado.
Las acciones anunciadas por Biden no se refieren a los aspectos más dañinos del bloqueo ni revierten las medidas más agresivas impuestas contra Cuba por el Gobierno de Donald Trump, ya que, por ejemplo, no se modifica la prohibición del comercio bilateral regular y la que pesa sobre la importación desde terceros países de bienes que contengan más de un 10% de componentes estadounidenses, explicó.
Continúan vigentes la lista unilateral y arbitraria de entidades cubanas restringidas y la de alojamientos prohibidos, así como la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo que elabora el Departamento de Estado.
Rodríguez Parrilla insistió en que las acciones de bloqueo que aún continúan vigentes refuerzan el impacto disuasivo e intimidatorio de ese complejo entramado de medidas coercitivas unilaterales y su componente extraterritorial.
Para los ciudadanos estadounidenses, persiste la prohibición de viajar a Cuba, dijo, y recordó que solo es posible hacerlo mediante licencias establecidas en el marco regulatorio del bloqueo, con numerosas restricciones.
Las medidas tampoco autorizan los viajes educativos individuales “pueblo a pueblo”, importante limitación que obliga a viajar en grupo y con el auspicio de una organización estadounidense.
El ministro de Relaciones Exteriores señaló que el Gobierno de EE.UU. presenta estas regulaciones administrativas como “apoyo al pueblo cubano”, pero la actuación hostil y demagógica de la actual Administración contradice cualquier interés real de retomar el camino iniciado durante la presidencia de Barack Obama, que propició notables avances en la relación bilateral.
“Persiste el empeño de generar carencias materiales, escasez, sembrar el desaliento, la insatisfacción y provocar daños al pueblo cubano”, dijo Rodríguez Parrilla.
Añadió que el Gobierno estadounidense pretende obstaculizar las posibilidades de progreso económico en un escenario de grave crisis global, exacerbada por la pandemia de la COVID-19.
En los últimos meses, Cuba ha trabajado sistemáticamente en la búsqueda de una estabilidad energética bajo condiciones muy complejas, al limitarse la disponibilidad de las plantas generadoras por la falta de combustible, piezas de repuesto y otros recursos fundamentales para su reparación y mantenimiento.
El canciller cubano dijo que “los pocos proveedores que han decidido mantener el suministro de estos productos a Cuba, han incrementado los precios considerablemente en función del riesgo país”.
En el periodo que recoge el informe, numerosos bancos han suspendido sus operaciones con Cuba, incluyendo las transferencias para las compras de alimentos, medicamentos, combustible, piezas de repuesto para el sistema energético nacional y bienes para la población.
Decenas de misiones diplomáticas cubanas en el mundo han perdido su relación con los bancos que tradicionalmente les prestaban servicios, por el temor de estos a represalias del Gobierno de los Estados Unidos.
Rodríguez Parrilla sostuvo que Cuba es capaz de producir más del 60% de su cuadro básico de medicamentos, pero esos niveles no se han podido garantizar durante meses debido al impacto del bloqueo en la capacidad de pago del país para adquirir las materias primas.
La imposibilidad de acceder a tecnologías médicas con más de un 10% de componentes estadounidenses, la necesidad de recurrir a rutas de transportación alternativas con un elevado costo adicional y la creciente negativa de instituciones financieras y bancarias en diversos países a tramitar operaciones con Cuba, han impedido realizar las transacciones con los proveedores de los insumos necesarios, agregó.
Esas limitantes –dijo– han generado importantes gastos adicionales, múltiples carencias y desabastecimiento en el sistema nacional de salud.
Recalcó que el bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de los cubanos, y agregó que es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más injusto, severo y prolongado que se ha aplicado contra país alguno.
“El bloqueo continúa siendo el principal obstáculo para el desarrollo de todas las potencialidades de la economía cubana, para la implementación del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social y la consecución de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible”, afirmó.
Agradeció que en su esfuerzo por el levantamiento del bloqueo, Cuba haya contado tradicionalmente con el respaldo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
“En este contexto de especial complejidad, reiteramos nuestro agradecimiento por ese valioso apoyo y esperamos contar nuevamente” con los votos “a favor de nuestro proyecto de resolución”, declaró.
Descargar en PDF: Informe bloquero Enero a Julio 2021 Minrex (2121 descargas)
Los días 2 y 3 de noviembre, Cuba presentará por trigésima ocasión ante la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) la resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo estadounidense.
Recientemente, el canciller cubano señaló que este unilateral cerco ha sido una política fallida en el objetivo de subvertir el orden constitucional en Cuba, pero provoca carencias, dolor y sufrimientos injustificables a las familias cubanas, al limitar el acceso a alimentos, medicamentos, combustibles y otros bienes de primera necesidad.
En el informe anterior sobre el tema, presentado en 2021, Cuba denunció que entre abril y diciembre de 2020 el bloqueo continuó siendo el eje central de la política del gobierno de los Estados Unidos, y fue recrudecido incluso en el contexto de la pandemia de COVID-19.
Con un total de 184 votos a favor, el 23 de junio de 2021 la AGNU apoyó esta resolución, que desde 1992 recibe el respaldo mayoritario de la comunidad internacional.
Denuncian que bloqueo de EE.UU. afecta vínculos empresariales
(Con información de ACN, PL y Cubadebate)