La Educación Cubana sigue teniendo resultados a pesar del cruel, criminal e injusto bloqueo imperialista, que incluso está amparado en leyes, subrayó la máster Gretel Moya Trobajo, vocera del Ministerio de Educación (MINED).
Al ofrecer una conferencia de prensa en la escuela especial Abel Santamaría Cuadrado para niños con discapacidad visual (ciegos y con baja visión), ubicada en Ciudad Escolar Libertad, la funcionaria del MINED brindó una panorámica general sobre las afectaciones del bloqueo al sector educacional y precisó que para el 2023 el país necesita más de cinco millones y más de tres millones de dólares para cubrir las necesidades de base material de estudio y adquirir materias primas para producir determinados medios escolares, respectivamente.
Comentó que anualmente el país destina un 24 % del presupuesto del Estado al sector educativo, no obstante esa política injerencista impide realizar operaciones comerciales con el objetivo de adquirir determinados insumos.
Antes del año 2019 teníamos el propósito —afirmó— de continuar modernizando los laboratorios de Química, Física y Biología adquiridos para las enseñanzas de secundaria básica y preuniversitario. No obstante, ello se ha visto limitado por el recrudecimiento del bloqueo, las 243 medidas impuestas por Trump, la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo y la pandemia de la COVID-19.
En el presente curso (2021-2022) fue necesario realizar un reajuste de la base material de estudio, teniendo en cuenta la insuficiente disponibilidad de recursos. Se necesitan 32 millones de libretas, igual cifra de lápices y 1,7 millones de gomas de borrar.
De igual manera, el bloqueo incide en el mantenimiento y reparación de las escuelas, debido al encarecimiento de recursos tales como mantas para la impermeabilización de las cubiertas; material eléctrico (tomacorrientes, interruptores, breaker, canaletas, luminarias led); carpintería y equipamiento (bombas de agua, freezer, refrigeradores, lavadoras), entre otros.
Asimismo, el bloqueo constituye un freno para continuar llevando a cabo el III Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación que viene desarrollándose hace algunos años.
Al respecto, la funcionaria expresó que este proceso no se ha detenido, sino se han buscado vías y alternativas para continuar llevándolo a cabo. No obstante, sí hay limitaciones para imprimir los nuevos libros de textos, nacidos al calor de esta actualización educativa. Para la elaboración de los materiales diseñados se requieren 8 millones de dólares.
En relación con la Educación Especial explicó que en esta son más notables los efectos del bloqueo. En la actualidad, por ejemplo, las escuelas donde estudian los niños ciegos y con baja visión necesitan 59 máquinas braille y 20 impresoras braille, las cuales tienen un precio unitario de 850 y más de cuatro mil dólares, respectivamente.
Mencionó la escuela especial Solidaridad con Panamá —paradigma de la Educación Cubana—, a la cual no se le ha podido comprar el equipamiento necesario, ya que 55 sillas eléctricas tienen un valor aproximado (cada una) de dos mil dólares y 563 sillas convencionales tienen un valor (cada una) de 473 dólares.
Al margen de todas estas dificultades, la funcionaria destacó la creatividad y la innovación puestas en práctica por los maestros, profesores, y personal de apoyo a la docencia para llevar a cabo cada día el proceso educativo en las diferentes enseñanzas. “No nos hemos quedado maniatados, sino buscado alternativas que nos permitan avanzar”, enfatizó la también docente.