Todos los países, sin excepción, requieren de un mejoramiento económico, como los pertenecientes a la América nuestra, cuya mayoría de naciones tiene estrechos vínculos con el mar y otras fuentes pluviales.
Tengamos presente que por los puertos y mares del mundo transitan más de las tres cuartas partes del comercio, por lo que el desarrollo y la eficiencia de ese importante sector tienen un gran peso.
La economía marítima, como acentuó el Doctor José R. González Cobas, presidente del Instituto Panamericano de Ingeniería Naval (Ipin) en América, en una de las sesiones del reciente efectuado XXVII Congreso Panamericano de esa especialidad, realizado en el Hotel Meliá Habana, incorpora a la gestión comercial índices de valor que se estiman globalmente en el entorno del 10 por ciento, tomando en consideración los volúmenes y valores de los distintos tipos de cargas y sus formas de transportación.
En tal sentido, y con el propósito esencial de elevar la efectividad para minimizar los costos de los embarques y la transportación, se ha adecuado el tamaño de los buques y como consecuencia, los parámetros de admisión de los puertos y de las tecnologías de manipulación de cargas.
Según explicó el experto, en esa línea de pensamiento cobra una importancia capital la elevación del nivel técnico de los trabajadores en todas las especialidades y las entidades, como una forma inequívoca de alcanzar metas técnicas y tecnológicas superiores. De ahí la importancia de fortalecer los nexos en quienes laboran en ese sector a fin de lograr una mayor superación y el avance de la industria y del mercado marítimo en el continente.
En ese sentido, el quehacer del Ipin tiene una significación notable por facilitar el intercambio entre especialistas de los diversos países, a través de la realización de simposios, talleres y congresos. Esos eventos deben retomarse y realizarse con mayor periodicidad.
Muestras de acciones en pos del desarrollo estuvieron presentes en conferencias magistrales y ponencias, como las referidas a la Construcción del corredor ferroviario transístmico que une a los puertos Coatzacoalcos y Salina Cruz, en México; Astilleros y maestranzas de la Armada chilena; Diseño y trazabilidad de la construcción de barcos, y Proyecto de un canal de ensayos hidrodinámicos para medir la resistencia al avance de las embarcaciones, ambos de Chile; Modelación Económica─Matemática en la defectación de reparaciones navales, de Cuba, y Metodología para la estimación del consumo eléctrico de embarcaciones, de Colombia, entre otras.
Junto al Copinaval se realizó también el III Congreso Iberoamericano de Ingeniería Naval, en el cual se insistió igualmente en la significación real de desarrollar en ese campo para contribuir al crecimiento económico de las naciones de la región.
