Por: Alina Perera Robbio
«Ustedes han sido los que con trabajo, en silencio, desmontaron la falacia del llamado Estado fallido que el enemigo ha tratado constantemente de sembrar. Su esfuerzo ratificó que podremos sufrir disímiles situaciones, pero siempre hay que mantener la confianza en la Revolución, que desde que nació lo hizo al lado de los humildes y por los humildes, y no deja a nadie desamparado».
Tales palabras de gratitud fueron compartidas este martes, bien temprano en la mañana, por el miembro del Comité Central y Primer Secretario del Partido Comunista en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar. Ellas forman parte del discurso pronunciado por el dirigente en el acto de reconocimiento a las brigadas del sector eléctrico, las cuales apoyaron en la recuperación de La Habana, y en el restablecimiento del Sistema Eléctrico Nacional tras el paso del huracán Ian.
En la actividad que contó con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fue reconocida la entrega de trabajadores de la Empresa de Construcciones e Instalaciones Eléctricas, así como de las Empresas Eléctricas de las provincias de Mayabeque, Matanzas, Ciego de Ávila, Las Tunas, Granma, Santiago de Cuba, y Guantánamo.
«Es un privilegio encontrarnos hoy aquí con tantos héroes anónimos. Mis primeras palabras no pueden ser otras que Gracias», expresó Iríbar en el homenaje que tuvo lugar en la sede de la Organización Básica Eléctrica (OBE) La Habana, y que también contó con la presencia de Esteban Lazo Hernández, Presidente del Consejo de Estado y de la Asamblea Nacional del Poder Popular, así como de Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista; ambos, miembros del Buró Político.
Igualmente se encontraban presentes el viceprimer ministro, Héroe de la República de Cuba y Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez; el titular de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz; el Gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata; y el Secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de Energía y Minas, George Batista Pérez.
Ante los hombres que podrían ser definidos con dos palabras —humildad y coraje—, Luis Antonio Torres Iríbar enunció: «Varios de los compañeros que hemos tenido la experiencia en el enfrentamiento a estos fenómenos meteorológicos nos hemos referido a que este (en alusión a Ian) quizás no haya sido de los huracanes más fuertes que se han enfrentado, pero sí uno de los que más destrozos nos ha ocasionado, sobre todo en Pinar del Río, dejando tendido eléctrico en su totalidad fuera de servicio, al igual que las comunicaciones, y daños severos al tabaco, por mencionar algunos».
«En el caso de La Habana, aunque el centro del huracán pasó a más de 150 kilómetros, los daños registrados no fueron menos que los reportados en ocasiones anteriores», afirmó el Primer Secretario del Partido Comunista en la capital, quien añadió que en ese territorio «nos ha tomado casi seis días restablecer en su totalidad el servicio eléctrico».
«Puedo asegurar que se hizo con la mayor celeridad que las condiciones técnicas y humanas lo permitieron. Se trabajó día y noche, sin descanso, y ese maratón nos dejó la lamentable pérdida de un liniero, cumpliendo con su deber cuando trabajaba en la noche, aquí en el municipio de Boyeros».
Iríbar hizo mención de «uno de los valores más bellos que movilizan el sentimiento humano»: la solidaridad; «esa que rompe barreras, que hermana a hombres y construye sueños».
«La Habana ya está iluminada —afirmó el dirigente partidista—; es la muestra del “Sí se puede” de Raúl, de la fe inquebrantable en la victoria de Fidel, y de la resistencia creativa de nuestro Primer Secretario del Comité Central del Partido, el compañero Miguel-Díaz Canel Bermúdez».
Ante «el cumplimiento del deber en nuestra querida ciudad», dijo Iríbar, los héroes anónimos «no regresan a sus hogares. El deber sigue tocando las puertas y parten diestros a Artemisa y a Pinar del Río. Allí la tarea que les espera será bien dura, pero como dijera el Comandante en Jefe Fidel Castro, no ganan batallas aquellos que creen que el combate es fácil. Ganan batalla aquellos que saben que el combate es difícil. Por eso ustedes vencerán».
«El enemigo ha apostado todas sus fuerzas y recursos a vencernos, aprovechando las difíciles condiciones que nos impone el bloqueo económico, comercial y financiero, y el manual de Guerra No Convencional ha sido desplegado con toda fiereza contra nuestro país. En el enfrentamiento a estas constantes agresiones, han estado en la primera línea de combate nuestros cuadros del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunista, las organizaciones de masas, el Gobierno; y por supuesto, el principal artífice de todo, y de todas nuestras batallas: nuestro pueblo».
A los excepcionales trabajadores, expresó Iríbar: «Gracias por haber hecho hasta lo imposible para poder devolver el brillo y la luz a la Ciudad Maravilla, a la capital de todos los cubanos».
Mario Castillo Salas, Director Provincial de la OBE La Habana, también pronunció palabras de gratitud para hombres grandes, «hombres que dejaron detrás sus familias, sus casas, sus vidas, con el único propósito de restaurar las heridas abiertas y devolver la luz a sus coterráneos».
Hizo referencia «a las casi 50 brigadas con más de 500 trabajadores» procedentes de distintas provincias, quienes, a pesar de la «escasez de recursos, el agotamiento físico y algunas malintencionadas provocaciones, restauraron los daños ocasionados por Ian».
Ellos laboraron en la restauración de más de cien de los 285 circuitos primarios afectados, y en la revisión y reparación de más de 5 000 bancos de transformadores en la ciudad; garantizaron el cambio de más de 40 de los 139 postes caídos; y sustituyeron 25 de los 91 transformadores afectados. Ellos solucionaron más de 300 averías por conductor partido, y reemplazaron 79 crucetas partidas. Gracias al esfuerzo desplegado, se repararon más de 28 averías que afectaban la distribución de agua a la capital, y otros objetos de interés en las comunicaciones, los centros hospitalarios, y otros frentes.
Los eléctricos capitalinos, afirmó, partirán a otras zonas afectadas de la Isla, y junto a sus colegas demostrarán cuánto pueden hacer unidos.
El merecido homenaje contó con la voz de la joven intérprete Annie Garcés, quien interpretó «Cabalgando con Fidel», del cantautor Raúl Torres.
Como cierre de la jornada el Presidente Díaz-Canel se acercó a las brigadas de trabajadores para saludar personalmente a esos héroes a quienes Cuba tanto debe. Junto al Jefe de Estado, estrecharon manos los dirigentes que le acompañaban.
(Tomado de presidencia.gob.cu)