Este 25 de septiembre, cuando el referendo popular por el nuevo Código de las Familias se gestaba en Holguín en medio de la típica tranquilidad de los domingos, Yamilka Torres Lobaina, delegada de la circunscripción 36 del Consejo Popular de Pedro Díaz Coello, recorría sus colegios electorales y emanaba fe en el amor y el respeto del pueblo cubano.
«Para mí el Sí es por la Patria, por una Patria más avanzada, que demuestre no solo una instrucción a nivel de saber leer y escribir, sino de una cultura profunda sustentada en los valores y en lo que se ha defendido durante todo el proceso revolucionario.
«Ese es el Sí para mí. El sí de la inclusión, y no solo de géneros y derechos, sino también de voluntades».
La holguinera, mientras abundaba también sobre lo hermosos que habían amanecido los colegios de su Consejo, recordaba con pasión una frase del Apóstol José Martí: «Patria es unión de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas».
Y hoy lunes, cuando la noticia del triunfo del Sí por el nuevo Código de las Familias emociona a la inmensa mayoría de los cubanos, el sentir de Yamilka es una verdad rotunda: en Cuba hay voluntad colectiva para el amor y la esperanza.
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