María de los Ángeles Cruz Jorge se burla de los años y de los achaques naturales que deja el devenir del tiempo en el cuerpo humano y sigue ahí, defendiendo las causas justas que propugna la Revolución Cubana y, ahora, los derechos que les concede a todos el Código de las Familias.
“Desde los 13 años me integré a la Federación de Mujeres Cubanas”, recuerda, y desde entonces no se ha perdido ni un solo proceso de los que han protagonizado las compatriotas de su tiempo.
En un inicio como pionera custodiando las urnas, luego desde las comisiones electorales de circunscripción, “siempre me ha gustado colaborar y lo sigo haciendo”, afirma resuelta desafiando las más de siete décadas que lleva sobre su existencia.
Y hoy, antes de las 6 de la mañana ya estaba en este colegio, el número uno, de la circunscripción 77, en el reparto Velázquez, de la ciudad de Las Tunas; “aquí no puede fallar nada y yo estoy junto a mis compañeras poniendo todo en orden”, me dice y sonríe en gesto que denota cierta alteración.
¿Estás nerviosa?, le digo y me responde, “no muy emocionada porque sé la trascendencia de este referendo para el futuro de las familias cubanas”, y el estado de ánimo la hace moverse inquieta, reflexionar…
“Este es un momento diferente a todos los que he pasado en otras votaciones”, asegura, y valora la nueva Ley como “el reflejo de la sociedad actual. La retrata, no impone nada, y le reconoce derechos imprescindibles a las personas, sin excepción, garantizándoles respeto a sus derechos, a existir sin que sean rechazadas”.
“Yo sé que quienes lo hayan estudiado e interpretado bien, a conciencia, dirán Sí, porque se dieron cuenta de que es un Código maravilloso”, afirma categórica esta septuagenaria, rindiendo pleitesías a su segundo nombre –Ángeles- se burla de los años y los achaques para seguir sirviendo a la Patria.
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