“Creo en la participación, en la sabiduría de nuestro pueblo”, afirmó el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, luego de que al ejercer su derecho al voto este domingo en el referendo del Código de las Familias concluyera que “hemos crecido como sociedad, en la espiritualidad de Cuba”.
El primer secretario del Comité Central del Partido argumentó que la nueva Ley “es una norma justa, necesaria, actualizada, moderna, que da derechos y garantías a todas las personas y diversidades de familias”.
Hizo referencia al proceso de discusión mediante las consultas especializada y popular, que aportó numerosas modificaciones, hasta superar las 25 versiones del proyecto.
Explicó cómo al contar con una sociedad más heterogénea y cambiar las familias cubanas, era importante tenerlo en cuenta para la solución de diversos problemas jurídicos con los cuales existen deudas.
“La mayor parte de nuestro pueblos va a votar a favor del Código, pero tiene temas todavía que en toda nuestra sociedad no logran la comprensión. En 62 años no hemos superado en algunas personas y familias el criterio del patriarcado, y no siempre hay atención hacia la diversidad”.
Apuntó que hay quienes por su credo no han comprendido que el Código no niega el tipo de familia que defienden, sino que les da garantías a todas.
Contra el Código hay además toda una plataformas que parte de la estrategia de demonización y descrédito de la Revolución cubana, amplió Díaz-Canel, quien enfatizó que “si el Código dijera todo lo contrario de lo que dice, los odiadores también estarían criticándolo”.
“No es un problema de convicciones, razonamiento, ni un tema de racionalidad, de sentimientos o emociones”, explicó, sino que adoptan esa postura solo “porque es un Código dentro de la Revolución, por la Revolución, en una sociedad en revolución”.
El mandatario calificó como una posición de valentía la convocatoria al referendo en las condiciones que está viviendo el país, al reconocer los problemas económicos de desabastecimiento, energía eléctrica, paralización de actividades, por el efecto de las medidas aplicadas por el presidente Trump y mantenidas por la actual administración estadounidense.
“Ya se ganó en un debate popular. Independientemente de si se vota sí o no es que todos fuimos menos egoístas, todos miramos más hacia las familias y la sociedad. Aprendimos más de muestras realidades familiares y sociales”, valoró.
Catalogó al Código como una obra monumental, resultado de los dos amplios procesos de participación que conllevó su elaboración, con mecanismos que antes solo se habían utilizado para las constituciones.
“Esto nos dice que el país va al camino de seguir ampliando su ejercicio democrático y participativo dentro del socialismo”, lo cual se ha hecho con todas las más recientes normas jurídicas, así como las políticas públicas y de gobierno, con la asesoría de grupos expertos y personas vinculadas a los asuntos, para que surjan con robustez e integralidad jurídica y humanista.
Reiteró que la expectativa es que la mayor parte vote sí, y añadió que “tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos donde hay diversidad de criterios y una situación así, pueda haber gente también que dé un voto de castigo. No tienen nada contra el Código, pero asumen esa posición por disgusto, y eso también es legítimo”, dijo.
“Yo acudo a la conciencia con que todos tenemos que verlo, porque no podemos esperar a resolver los problemas económicos que tenemos para después construir una norma como esta o desatar todo lo que lleva de apoyo el Código de las familias”, adelantó el Presidente.
“La mayoría de la gente entiende que estamos creciendo y cuando superemos estas situaciones, ya vamos a tener un Código que ayuda y da garantías”, recalcó.
Valoró también la transparencia en el proceso de elaboración del Código, al cumplirse el mandato constitucional en cuanto a los tiempos establecidos para la consulta y el referendo.
“Al Código hay que leerlo, interpretarlo y asumirlo con el corazón, desde el corazón, poniéndose siempre en el lugar de los otros, de personas que han vivido situaciones complejas que la ley reconoce. El Código rompe prejuicios y tabúes que teníamos en la sociedad”.
