Ciego de Ávila.- Bastó el anuncio de Alaín Román como el lanzador de la final del campeonato nacional de sóftbol (m) contra Santiago de Cuba. Bastó verlo lanzar y propinar lechada 7-0 con apenas dos hits permitidos. Bastó su coraje, empuje y ganas para que Ciego de Ávila retuviera la corona de la bola blanda, por cierto, la quinta en los últimos 11 años y la décima en la historia de estas lides.
El partido, iniciado pasada las 11 de la mañana en el cuartel general de este deporte en Ciego de Ávila, permitió ver un Alaín riéndose de sus 44 años. Velocidad terrífica, dominio total, once ponches de 15 outs sacados, y siempre un control exquisito le valieron el título a los de la tierra de la piña, en tanto para él recayó el galardón de Jugador Más Valioso del torneo.
“Regresé de la Liga de Guatemala porque sé que le hacía falta a mi equipo y además me serviría de preparación ideal para el campeonato mundial, que se celebrará en Nueva Zelanda”, dijo Román, quien tuvo en su mamá y esposa las principales animadoras desde las gradas. Ellas finalmente le entregaron besos, abrazos y hasta la medalla y el título conquistado.
Si Román estuvo inmenso, sus compañeros lo respaldaron a su altura con una anotación en la primera entrada, dos en la segunda y racimo de cuatro en la quinta, todas frente al perdedor Manuel Espino. Los santiagueros cargaron con un mérito indiscutible; haberle roto el invicto a los avileños en la etapa clasificatoria tras 11 sonrisas consecutivas. No obstante, en la última década suman seis coronas en sus vitrinas.
La final reunió rivalidad sana, un dominio claro de los monarcas en todos los órdenes de juego, una defensa santiaguera que flaqueó más de la cuenta y en momentos increíbles (3 errores), pero sobre todo un colofón emocionante para un certamen bien organizado en medio de las limitaciones económicas, con uniformes vistosos y excelente arbitraje.
En el primer turno de este viernes, Villa Clara derrotó por la mínima 3-2 a Holguín en la discusión del bronce. Ordanis Díaz se anotó el éxito para los naranjas, que alcanzaron su primer podio en esta última década. Para Granma fue el quinto puesto, mientras que La Habana finalizó en la cola del pelotón y ahora tendrá que ganar su boleto al grupo élite en el torneo de la segunda división, previsto para octubre en Pinar del Río.
Contrario a ediciones anteriores, la justa no aplicó el sistema Page para la discusión de las medallas, sino que contempló que los dos primeros lugares de la fase clasificatoria pasaran directamente a discutir el oro; en tanto tercero y cuarto irían por el tercer escaño.