El movimiento sindical tiene que plantar bandera en la base, vencer los desafíos y carencias actuales y que su herramienta fundamental para organizar, sindicalizar, movilizar y representar a los trabajadores sea la vinculación constante y directa con la base de sus cuadros de todos los niveles de dirección.
Así definió José Antonio Pérez Pérez, miembro del Secretariado Nacional de la CTC a cargo de la esfera de Asuntos Económicos, el diseño de un sistema de trabajo que les permita a los dirigentes obreros acompañar a los colectivos laborales en la titánica labor que desempeñan hoy para sostener los procesos productivos.
El dirigente obrero hizo las declaraciones en el pleno del Comité Municipal de la CTC en el sureño territorio tunero de Amancio, en el cual convocó: “Sin caer en ilegalidades hay que aprovechar mejor todas las oportunidades y desde la autonomía que se les da a los municipios con respaldo jurídico procurar mejores ofertas a la población, lograr la sostenibilidad de la producción de bienes y servicios, y garantizar puestos laborales e ingresos a los trabajadores.»
También recordó al Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y su sentencia que califica al sindicato como un bastión de la Revolución; y, la afirmación del Primer Secretario del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, cuando caracterizó como eminentemente política la labor del sindicato.
En tal sentido Pérez Pérez reforzó el principio de que es impostergable encauzar la participación activa, consciente y efectiva de los trabajadores en la toma de las principales decisiones en cada centro, “pero -insistió-, para poder exigir a las administraciones este derecho y otros amparados en la ley hay que tener conocimiento jurídico y cuadros cada vez más preparados”.
Los asistentes dedicaron buena parte de la jornada al análisis de la compleja situación económica del territorio y pusieron el énfasis en los incumplimientos de los planes de venta y de la siembra de caña, en las cuentas por pagar y en el pago sin respaldo productivo como males que aquejan el desempeño de entidades locales.
Juan Miguel Cuéllar, organizador del Buró del Sindicato en la empresa agroindustrial azucarera Amancio Rodríguez, reconoció los atrasos en la plantación de caña, y, aunque reseñó las afectaciones con el combustible reconoció que a esta actividad, vital en la salvación del sector, el Estado ha asignado recursos, pero “prevalecen problemas de organización en la conducción de las fuerzas agrícolas”.
Aurora Pérez fustigó los altos precios de productos de primera necesidad y la persistencia de canteros vacíos en muchos organopónicos de la Agricultura Urbana mientras la población está necesitada de sus ofertas e invitó a cambiar esa imagen a favor de mayores ofertas.
En el debate, la voz de la trabajadora social Madelaine Martínez Brito resaltó enérgica y pidió una mirada diferente al sector agrícola, “porque, dijo, hacen falta cuadros más preparados, más capacitados para atender los campos, con conocimientos sobre la calidad y composición de los suelos, el uso más racional y eficiente de los recursos e insumos que recibe el sector, entre otras cuestiones vitales para sacarle más provecho a la tierra”.
En el contexto Odalis Batista Pérez, secretaria general del Comité provincial de la CTC, declaró la necesidad de ir a la raíz de los problemas, mejorar la atención integral a los trabajadores con énfasis en el campo de la espiritualidad, fortalecer los movimientos emulativos en todos los sectores y, en el caso del azucarero retomar la experiencia de los jubilados y cincuentenarios en el quehacer industrial como un factor decisivo en la formación de las nuevas generaciones que ocupan puestos laborales en puestos claves.