Una y otra vez había sido nominado al Premio Nacional del Humor, y hace mucho lo merecía. Este año lo ha obtenido, según la decisión de un jurado, que ha dado a conocer hoy.
Nacido en 1948, Mario Rodríguez Aguirre —Mario Aguirre es su nombre artístico— ha incursionado en todos los medios, pero es quizás, primero que todo, un hombre del teatro. Trabajó con grandes de la escena nacional: Vicente y Raquel Revuelta, Berta Martínez, Armando Suárez del Villar, Héctor Quintero… Es lo que se dice, un actor con formación. El humor, en todo caso, ha sido muchas veces la circunstancia. Siempre le ha importado más encarnar un rol.
Es uno de los más importantes exponentes del teatro musical cubano, que ha defendido como un espacio de plena realización profesional, en años de cíclicas crisis de ese género en Cuba.
El director Roberto Garriga fue otra de sus grandes influencias. Y él ha sido también presencia permanente en la Televisión Cubana, en series humorísticas, espectáculos musicales, telenovelas… Muchos han sido los personajes que ha popularizado, entre todos destaca el de Regla, una anciana hipocondríaca que también ha interpretado en el teatro y el cabaret.
El Premio Nacional del Humor reconoce su compromiso con una creación de fuerte arraigo popular, que no ha hecho concesiones a la vulgaridad de cierto mercado. Mario Aguirre es uno de los más populares comediantes cubanos, porque primero es —se sabe— un artista raigal.