La convocatoria trascendió a los jóvenes y cubanos de cualquier edad, desde niños hasta adultos mayores se sumaron a la Caravana que en apoyo al referendo por el Código de las Familias transitó desde la Avenida del Puerto hasta la Chorrera, de un extremo a otro del Malecón habanero para dar un SíXCuba, X la Revolución.
Entre los primeros en llegar a la cita estuvo Carlos Yoan Rivera García, trabajador de la dirección municipal de Deportes de Regla. Ataviado con un pullover que mostraba la bandera cubana, sobresalía en la ancha avenida.
“Vengo por Cuba, para apoyar un Código que garantizará justicia y derechos, respeto entre las familias y los convivientes; un código sin precedentes, como el hecho de llevarlo al sufragio popular, que tampoco tiene antecedentes”.
Preguntado por cuántos compañeros suyos participarían en la caravana, Carlos Yoan no supo responder, pues “la convocatoria se lanzó en mi trabajo, en las escuelas e imagino que otros que tengan en qué hacer el recorrido se sumen también”.
Carlos daba vueltas en la bicicleta, como calentando sus piernas; responde preguntas, pues a esa hora de la mañana, cuando el Sol aún no calentaba, muchos colegas se fijaron en él.
Pronto aparecieron algunas sorpresas: un niño de unos 5 o 6 años, llegó con su abuelo, quien le entregó una mochila y le dijo “cámbiate rápido para dejar las cosas en la casa de tu abuela”, e inmediatamente el pequeño se sentó sobre un promontorio, en la acera y trastocó sus zapatillas por los patines.
Quedé mirando ensimismada y una colega de Juventud Rebelde se le acercó inmediatamente, pero atiné a escuchar cuando aseguró que trataría de llegar a la Chorrera, y ese sería su SíXCuba.
Esa escena se repitió: sobre el muro de la avenida, una muchachita saltó y se sentó para cambiar los zapatos por patines. Me acerqué, poco a poco fue incorporando atuendos, hasta que descubrí a una patinadora, y para mucha sorpresa, una mujer que pasaba a nuestro lado dijo: es la campeona nacional pioneril de patinaje.
Katerine Martínez Martínez sí estuvo segura de que llegaría al destino de la caravana: “entreno todos los días después de las tres y media de la tarde; he sido campeona tres veces y voy a darle duro a los patines para llegar rápido con el Sí X el Código de la Familias”.
Un bullicio llama la atención, jóvenes y menos jóvenes se hacen fotos detrás de un cuadro con el logotipo que identifica la campaña del Código de las Familias; son de Prodal, la industria de conformados de Regla y casi todos llegaron en motos eléctricas, aunque algunos fueron en bicicletas.
De un camión bajan algunas. Son muy bonitas, sobre todo por la cesta que llevan en la parte delantera. Le comento a Meyvi Estévez, la miembro del Buró Nacional que atiende la esfera ideológica y afirma que son de la UJC, para apoyar a los participantes.
Comentó sobre la convocatoria nacional a la caravana, la importancia de aprobar el Código con el voto de la mayoría y la asistencia y disciplina que caracteriza a las actividades de la organización.
Los de Prodal siguen esperando la escapada. Lázaro Manuel Fernández, elegido espontáneamente como líder del grupo, afirma: “Nosotros Votamos Sí; un Sí bien grande, por Cuba, por la Revolución, por las familias”.
También estuvieron en la caravana algunos trabajadores de Citmatel. Efren Díaz aseguró que ellos apoyan el Código, por tu contenido humano y de justicia con las familias.
Salió la caravana en La Habana y otras tantas en cada provincia lo hicieron al unísono. Un pueblo se juntó, una vez más, para refrendar derechos constitucionales. Primero salieron los patinadores, luego las bicicletas, las motos y finalmente una interminable fila de bellos y engalanados carruajes tirados por caballos. Llegaron con su conductor y se fueron cargados de periodistas, de fotógrafos, de adultos, de pueblo.
