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Frente a la salinidad y otros demonios

La carretera que conduce a la playa de Covarrubias, en el litoral norte de Las Tunas, serpentea las plantaciones cañeras y de cultivos varios de la Unidad de Producción Cooperativa (UBPC) Guabineyón 4, cuya proximidad al mar agudiza la intrusión salina que ya los afecta.

 

El joven operador Ángel Ávila Garrido fue preciso al develar inconformidades colectivas. Foto: Jorge Pérez Cruz

 

A pesar de ese inconveniente, los campos de este enclave productivo exhiben 60 toneladas de caña por hectárea, el rendimiento potencial de los suelos, pero sus trabajadores no se sienten satisfechos y, en franco desafío a la salinidad y a otros demonios, la obsesión colectiva es alcanzar las 70, meta que parece posible a juzgar por la alta población de la gramínea, la constancia del colectivo y la limpieza de las áreas.

Así lo ratificaron en junio pasado cuando “hicieron balance del año  fiscal que concluye, valoraron la implementación de las 93 medidas aprobadas para salvar al sector agroazucarero del país y proyectaron sus compromisos”, explicó Carmen Tamayo Pérez, secretaria general del Buró Provincial del sindicato de este ramo en Las Tunas.

 

Con los pies sobre el surco

“Desde el año 2019 crecemos en la producción cañera de manera sostenida y no pararemos hasta completar las 70”, reafirmó Arturo Proenza García, presidente de la UBPC, con más de tres décadas de experiencia en la producción cañera.

También en los últimos 12 meses sobrecumplieron indicadores esenciales, como la preparación de tierra, siembra y limpia manual (173). Hicieron lo que de ellos depende, pues otros parámetros  requieren de recursos que ahora escasean.

 

A pesar de los desafíos, reina el entusiasmo en los campos cañeros de la UBPC Guabineyón 4. Foto: Cortesía de Arturo Proenza García

 

Asimismo, en los primeros meses del año actual tuvieron que dedicar muchas horas y esfuerzos para liberar a las siembras del estrés acumulado como consecuencia de las intensas y persistentes lluvias, agua ya represada en varios de los lotes.

“En ese lapso a puro machete, también recuperamos 11, 7 hectáreas que estaban infestada de marabú, confirma Yandisnier Pupo Garrido, jefe de Producción Cañera en la UEB.

 

Otros demonios…

Las carencias actuales limitaron otras atenciones  imprescindibles para obtener mejores resultados: herbicida, fertilizantes, fitomás, y también otros insumos y combustible en el momento preciso, “pero la limpia manual y el cultivo con tracción animal suplieron en parte esos déficits”, detalla Proenza García.

 

La tracción animal suple, en parte, la falta de combustible para las atenciones a las plantaciones cañeras. Foto: Cortesía de Arturo Proenza García

 

Pero hay otra amenaza que pende como espada de Damocles sobre el colectivo, “hemos hecho dinero, pero estamos sin dinero”, sentenció el operador Javier Ramírez Cruz, en alusión a los siete millones 364 mil pesos que les debe la Empresa Azucarera Antonio Guiteras, y que “pone en riesgo el pago del salario devengado, la distribución de las utilidades y la estabilidad de la fuerza de trabajo. La industria genera pérdidas y ello lo paga la parte agrícola”, añadió. “Si las cosas siguen así peligra la recuperación lo que necesitamos”, fustigó el joven.

 

Causa y secuelas del impago

“La producción cañera es la base de la recuperación del sector. Somos el primer eslabón para la salvación de la agroindustria azucarera y eso a veces es como si se desconociera”, apostilló Proenza García.

Como consecuencia de ese dislate, la permanencia de la fuerza laboral, una de las fortalezas del colectivo, se resquebraja. “De julio a la fecha hemos perdido 17 trabajadores y si las cosas siguen así es difícil el pronóstico”, lamenta el presidente de la UBPC.

El robo de azúcar es otro asunto que atenta contra el buen funcionamiento del engranaje de este sistema, disperso tras la desaparición del Ministerio de la Industria Azucarera (Minaz) en septiembre de 2011.

El joven Ángel Ávila Garrido calificó ese fenómeno  como “una de las causas de las pérdidas de la empresa. De las tolvas bajan el azúcar y del ingenio sacan el azúcar que va al mercado negro. Eso también es un delito que atenta contra la economía del país”, sentenció.

 

En repuestas…

En sus reclamos el operador Ramírez Cruz dijo: “nos dejan de pagar y de la empresa no vienen a dar la cara. No vienen a explicarnos nada”. En el encuentro, Rafael Basulto Cordoví, jefe de la sala de análisis, explicó en detalles la situación por la que atraviesa la entidad.

Reconoció el obstáculo que significa la cadena de impagos y recordó que del azúcar prevista para la pasada campaña, el Antonio Guiteras solo logró 29 mil 734, que representa el 41,9 del plan. Además, mencionó el deterioro de la base tecnológica y la persistente escasez de recursos para las reparaciones como el gran desafío hacia la venidera contienda.

No obstante, exaltó la estrategia diseñada que prevé para inicios de noviembre una zafra mielera en los ingenios Amancio Rodríguez y Colombia destinada a la obtención de alcohol con el objetivo de buscar financiamientos que mejoren la salud económica de la empresa.

 

En contexto…

Ante los demonios, Odalis Batista Pérez, secretaria general de la CTC en Las Tunas, sugirió tener en cuenta a los nuevos actores económicos para juntos buscar alternativas.

Finalmente, Arturo Proenza García aseguró: “Los que están económicamente hundidos es porque no trabajan o lo hacen mal. Es difícil hacer dinero y no tener dinero. Todo en la vida tiene un mínimo de soluciones y ese es el que tenemos que aprovechar. Cuando hay hombres dispuestos se puede luchar”.

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