Si fuésemos en la búsqueda de algún secreto en la Empresa Nacional de la Goma (Poligom) encontraríamos la voluntad y la determinación de no cruzarse de brazos ante la carencia de divisas para la adquisición de las materias primas.
Es una situación compleja, toda vez que la entidad requiere de la importación de más de un 90 % de esos recursos, según expone su director general Pedro Cardoso Prieto.
¿Qué hacer entonces? Sin renunciar a la fabricación de neumáticos, artículos técnicos de goma y el servicio de recape, “el colectivo asumió las producciones alternativas, una vía que aporta ingresos y facilita compensar la falta de materias primas. Claro, aunque impide cumplir el objeto social de la empresa, cubre cerca de un 30 % de sus gastos y contribuye a garantizar el salario de nuestro personal, a la vez que proporciona empleo”, comentó Cardoso.
Tras explicar que prácticamente en las ocho unidades empresariales de base (UEB) eligieron por esta opción, ponderó que “estamos en un proceso de encadenamiento productivo con las formas no estatales de producción y ya tenemos vínculos con 33 (mipymes, trabajadores por cuenta propia y cooperativas no agropecuarias) a las que se les suministran algunos recursos que en otras condiciones tendrían que importar”.
Cardoso se refirió, igualmente, a la atención al hombre no solo en las condiciones de vida y de trabajo, medios de seguridad y protección, sino también en lo relacionado con la respuesta a sus inquietudes, el sentido de pertenencia, la consagración, y significó la incorporación de jóvenes a cargos de dirección.
La UEB Conrado Piña a la vanguardia
De suma importancia resulta la labor de esta UEB del municipio habanero del Cotorro, al ocupar la vanguardia en el trabajo alternativo.
Según refieren Silvia Sosa, tecnóloga principal, y Víctor Gutiérrez, jefe del taller de artículos técnicos de goma, a la par de mantener la variedad de renglones tradicionales (perfiles, piezas, aditamentos, alfombras, calzos y mangueras, entre otros) han incorporado lejía mediante cloro proveniente de la Electroquímica de Villa Clara, jabolina y pasta de jabolina, betún a partir de cera de caña y de abeja y tinta para calzado.
“Desde el año 2020 desarrollamos las producciones alternativas, las cuales apenas permanecen en nuestros almacenes”, expresó Víctor al comentar la aceptación y alta demanda que tienen y que van dirigidas a los mercados de artículos industriales (MAI), hospitales y otros centros de salud pública, al sector educacional y empresas estatales.
Contar con respaldo productivo, el pago de utilidades a los trabajadores en los últimos meses e incursionar en nuevas proyecciones incentivan el esfuerzo colectivo en virtud de enfrentar desafíos y cerrar el paso a las dificultades.