Le dicen Mi santa porque ella es, desde su cargo como presidenta del Consejo Popular Lugones, en el municipio cabecera de Ciego de Ávila, una mujer que pone el corazón en todo y también lo ofrece. Mirta Rosa Doyle Johnson se ganó ese apodo porque, cubanísima al fin, delante de cualquier expresión coloca uno o varios “Mi santa”.
Con ese mismo empoderamiento que la caracteriza, continúa convocando el fortalecimiento del accionar de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización de masas que desarrolla políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer en los diferentes ámbitos y niveles de la sociedad.
A pocos días del 23 de agosto, cuando arribará la FMC a sus 62 años de creada, federadas avileñas debatieron en torno a esta fecha trascendental de lucha y dignidad. No obstante, con nuevos retos, entre ellos, que las jóvenes generaciones se sientan identificadas y partícipes de los proyectos, a lo que dedican incontables análisis.
La jornada comenzó, primero, con un minuto de silencio, y luego, con un gran aplauso, en homenaje a las personas desaparecidas en el incendio de grandes proporciones en la Base de Supertanqueros de Matanzas, el pasado 5 de agosto. Y allí, en medio del suceso, sin precedentes en Cuba, estaban las mujeres.
Aquella semilla que quedó sembrada en 1960, con el liderazgo indiscutible de Fidel y de Vilma, ha dado grandes frutos. Uno de ellos, porque ahí también están sus manos, es el nuevo Código de las Familias, que será sometido a referendo popular el domingo 25 de septiembre, entre las 7:00 a.m. y las 6:00 p.m.
El Sí será un éxito, otra victoria, según consideraron en el intercambio entre más de 160 mujeres, todas de la capital provincial. Presentes, entre otras personas, Efrén León Nápoles, teniente coronel de la reserva y combatiente de la columna invasora del Comandante Ernesto Che Guevara; y Odelsys Valcárcel Pérez, secretaria general de la FMC en Ciego de Ávila.
Intervino, además, Nailyn Machado Ávila, primera secretaria del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC); Julio Heriberto Gómez Casanova, primer secretario del Partido en el municipio cabecera, y Ángel Cabrera Sánchez, Historiador de la ciudad.
Las opiniones hicieron hincapié en las virtudes del quehacer de la organización, desde la base. Se destaca el cumplimiento de las tareas y responsabilidades, como el enfrentamiento a la COVID-19, al dengue y en la formación de valores. Cualidades suficientes de nuestras cubanas que se complementan con una estrecha vinculación con el pueblo.
Nailyn Machado Ávila destacó el vínculo histórico entre la UJC y la FMC, en tanto llamó a tomar más iniciativas, a ser entusiastas, pero concretar las ideas, y a fortalecer el accionar en el barrio, donde está el relevo. Agregó que el 54 por ciento de quienes dirigen hoy la organización política juvenil son mujeres, evidencia de ese empoderamiento.
• En el trabajo comunitario integrado resulta vital el accionar de la FMC y el resto de las organizaciones de masas
Con otras palabras y por el mismo camino, transitaron las intervenciones de Xiomara Archivald Humes, trabajadora de Cultura en el municipio cabecera; Yenima Díaz Acosta, funcionaria del Comité Provincial de la UJC, y Dayani Águila Losada, técnica de la casa natal de Pedro Martínez Brito.
Para Efrén León Nápoles estar allí fue una mejor “emboscada” que aquellas hechas por hombres en la guerra. Y el auditorio tuvo que sonreír. “Las mujeres cubanas han tenido que imponerse a muchos frenos. Ustedes son guerreras. Ustedes son dueñas de la moral de la resistencia, porque han resistido al cerco imperial”, describió.
Por su parte, Ángel Cabrera Sánchez agrupó en varias palabras el papel de las hijas de este país: entereza, unidad, resistencia, capacidad y simbolismo, si bien pensó en el agradecimiento y la naturalidad con que hay que apreciar el compromiso de las mujeres.
Pero ellas saben que no hay obra perfecta, sino perfectible. En tal sentido, se exhortó a erradicar deficiencias en el funcionamiento de las estructuras y a reforzar la labor política e ideológica con la membresía.
Aplicar nuevos métodos y estilos de trabajo, eliminar la rutina y el formalismo, y motivar a las federadas más jóvenes que constituyen el relevo, son hoy prioridades. De hecho, la FMC dedica este año todos sus esfuerzos a la juventud. La formación de valores y la participación comunitaria, también acapararon la atención.
La organización, en la celebración de su aniversario 60, acordó instituir por única vez un Sello Conmemorativo, dirigido a reconocer a personas, organismos, instituciones y ministerios que promuevan una cultura de equidad y trabajen en favor de la participación colectiva. Odelsys Valcárcel Pérez, secretaria general de la FMC en Ciego de Ávila, al cierre del encuentro, entregó a Efrén León Nápoles y a Ángel Cabrera Sánchez dicho reconocimiento.
(Periódico Invasor)
