La reanimación de circunscripciones y consejos populares con la participación de los pobladores es un programa que desde hace más de una década se implementa en Pinar del Río, a tenor con las indicaciones de la máxima dirección del país de intensificar los esfuerzos para transformar asentamientos vulnerables fueron diagnosticadas 52 comunidades en esa condición.
Entre las prioridades se encuentra el completamiento en esas localidades de las estructuras de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y otras organizaciones, que, encabezadas por los delegados, aglutinan a los distintos actores en función del cambio deseado.
De las 18 mil 658 viviendas ubicadas en esas demarcaciones, el 33 por ciento están evaluadas de regular; y cuatro mil 568 como malas, imposible dar solución de forma simultánea a todas, se trabaja en 77 y 163 están en trámites. No obstante, ya varias familias disfrutan de sus nuevos hogares, entre los núcleos familiares que se jerarquizan, están las madres con tres hijos o más las que reciben ayuda de diversas maneras.
El desempleo es uno de los problemas cuya erradicación es esencial, y a pesar de que entre los dos mil 335 desvinculados hay 915 a quienes no les interesa trabajar, en cada análisis sobre la atención a estas comunidades, se insiste en la labor a desempeñar para motivarlos a su inserción y que puedan no sólo generar los ingresos que requieren, sino aportar a la sociedad.
A la par del mejoramiento de la infraestructura existente en estas comunidades, bodegas, consultorios, farmacias, escuelas…; hay que añadir el incremento de los servicios, así como el seguimiento personalizado a los 265 núcleos que tienen entre sus integrantes personas con discapacidad y aquellos que clasifican como casos de extrema vulnerabilidad.
La pertinencia de un actuar profiláctico y educativo es inobjetable, para erradicar malas prácticas que van desde hábitos adictivos como el alcoholismo, hasta deficiente cuidado de la higiene personal y hogareña.
Desde las entidades radicadas en estos espacios, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), con sus sindicatos, está llamada a desempeñar un rol de mayor protagonismo, acompañando a los afiliados que están en desventajas, propiciando desde las instituciones educativas el seguimiento a los estudiantes con entornos más desfavorables e impulsando la creación de proyectos productivos que permitan un mejor aprovechamiento de los recursos endógenos y creación de empleos.
Asimismo, la organización está avocada para potenciar la superación a madres con tres hijos o más con vínculo laboral, para que accedan a puestos de mejor remuneración e impulsar el saneamiento e higiene comunal, construcción de viviendas y otras obras de impacto social.
Juntar esfuerzos, constancia, inteligencia para borrar el desafío incrédulo de las miradas y acompañar, a los que padecen, por el camino de la curación, es tiempo de sanar.