«Para nosotros este es un encuentro histórico; yo creo que es un momento excepcional, y le damos suma importancia a lo que está ocurriendo en estas circunstancias», expresó en la mañana de este viernes, desde el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al recibir al ministro de Relaciones Exteriores y Paz de la República de Colombia, Álvaro Leyva Durán, así como a representantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a otros actores vinculados con los procesos de paz en ese hermano país.
«Canciller, bienvenido, qué bueno que esté aquí», dijo el Jefe de Estado a Leyva Durán. El gesto tuvo lugar en el Salón de los Próceres, allí donde el dignatario —acompañado del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla— también recibió al Jefe de la delegación de Paz del ELN, Pablo Beltrán; al alto comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda; al presidente de la Comisión de Paz del Senado colombiano, Senador Iván Cepeda; y al enviado especial del Reino de Noruega, Jon Otto Brodholt.
Igualmente el Presidente Díaz-Canel dio la bienvenida a Carlos Ruiz Massieu, representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas para Colombia; así como a Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado.
Momentos después, en el Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución, se produjo un encuentro encabezado por el mandatario, quien agradeció al Canciller colombiano por el llamado que hiciera este jueves en La Habana, a poner fin a la ilegítima inclusión de Cuba, por parte del gobierno de los Estados Unidos, en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
«Ante todo queremos expresar —enunció en sus palabras iniciales el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista— que el Presidente Gustavo Petro, desde su campaña electoral, y después de su triunfo electoral, ha insistido y ha puesto como uno de los puntos fundamentales de su agenda de Gobierno, el tema de la paz en Colombia».
Afirmó a continuación: «Todos los que estamos aquí tenemos mucho compromiso con la paz en Colombia: los países que hemos sido garantes; los países que hemos sido sedes —alternativas o permanentes—; las partes implicadas en el conflicto. Y a nosotros nos parece que el triunfo del Presidente Petro es un triunfo realmente trascendental».
Trascendental para Colombia, explicó el dignatario, «porque se abren más oportunidades y nuevas posibilidades para la sociedad colombiana; y entre ellas, yo diría que está más cerca que se pueda concretar la anhelada paz en Colombia, que necesitan los colombianos y que también la queremos desde América Latina y el Caribe».
Al argumentar por qué la victoria de Gustavo Petro reviste trascendencia para América Latina, Díaz-Canel Bermúdez aseveró que indudablemente con ese gobierno «se puede avanzar mucho más en la integración de América Latina y el Caribe». Y para Cuba, enfatizó, es una oportunidad de fortalecer y desarrollar las relaciones con Colombia. «Nosotros con el pueblo colombiano siempre hemos tenido una relación muy estrecha», afirmó el anfitrión, quien destacó que así también ha sido con «los representantes de ese pueblo». Y añadió que entre la Isla y los gobiernos con los que pudo haber relaciones más estrechas, «se han desarrollado vínculos económicos, comerciales, en el ámbito de la cultura, en el ámbito de la Educación Superior, que realmente han aportado para ambas partes».
El Jefe de Estado quiso aprovechar la oportunidad del encuentro «para trasladar a través de usted, Canciller, un mensaje al Presidente Petro, de saludo fraterno, nuestro interés de que puede visitar Cuba cuando su agenda lo permita». Díaz-Canel expresó que cuando su homólogo colombiano —a quien deseó éxitos en su gestión como mandatario— quiera visitar el país caribeño, será bien recibido.
En el intercambio de este viernes el Presidente cubano expresó: «Nos satisface mucho que estén unidas todas las partes que tienen que ver con los conflictos, con lo que tenemos que superar construyendo la paz desde la posición de Noruega y Cuba, con la participación de la Iglesia y el resto de los entes, para facilitar todos estos procesos». Y quiso aprovechar ese momento de confluencias para «ratificar que Cuba tiene un alto compromiso con la paz».
A propósito de esta última idea el dignatario reflexionó: «Nosotros cumplimos nuestro compromiso como garantes y como sede para el Acuerdo de Paz de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) con el Gobierno Colombiano. También cumplimos nuestros compromisos como garantes y como sede alternativa cuando Ecuador negó la sede para el proceso de diálogo con el Ejército de Liberación Nacional, y nosotros ratificamos esa voluntad de contribuir al proceso de paz en Colombia».
«Siempre defendemos y defenderemos, junto al garante noruego, que hay que garantizar la seguridad y la integridad física de las partes que participan en ese proceso», enfatizó el Jefe de Estado, quien hizo hincapié en que existen «todas las condiciones para continuar avanzando en la implementación del Acuerdo de Paz», y «para de nuevo encauzar, profundizar y avanzar en el diálogo político con el ELN, y que eso nos dé la posibilidad de, en menos tiempo, —o sea, más cerca en el tiempo que en otras ocasiones— contribuir entre todos a que realmente alcancemos la paz en Colombia».
Díaz-Canel aseguró: «Cuba hará todos los esfuerzos posibles. Estamos dispuestos a continuar como garantes. Estamos dispuestos a ser sede alternativa, junto a otra sede para el diálogo político con el ELN; y lo que hay es que buscar entonces también, y tendremos que discutir, las maneras, los procedimientos, los mecanismos, los protocolos mediante los cuales actuaríamos en ese orden de cosas. Pero yo creo que vale el momento para que todos nos comprometamos más con que hay una posibilidad real, hay una voluntad de avanzar en lograr la paz que todos deseamos para Colombia que es también paz para Latinoamérica y el Caribe, y cuenten con Cuba».
El estadista anfitrión recalcó: «Cuenten con que daremos continuidad a los esfuerzos que hizo el Comandante en Jefe Fidel Castro; daremos continuidad al seguimiento que le hizo a estos temas también el General de Ejército Raúl Castro; y esto no es solo una voluntad del Gobierno de Cuba: el pueblo de Cuba está convencido, tiene convicciones, tiene compromiso también sobre lo necesario de la paz en Colombia, y eso se lo queríamos expresar a ustedes en un momento como este, donde sentimos enorme satisfacción porque estén todos presentes».
Dentro de ese ánimo de satisfacción, Díaz-Canel Bermúdez incluyó que «estemos encaminando diálogos, estemos encaminando conversaciones, sabiendo que va a ser un proceso difícil; va a ser un proceso largo pero que tenemos que asumirlo también para superarlo y avanzar en función del objetivo que creo que entre todos compartimos».
Continuar lo iniciado en la Cuba de siempre
Desde la pasión y el optimismo, el ministro de Relaciones Exteriores y Paz de la República de Colombia, Álvaro Leyva Durán, agradeció al Presidente Díaz-Canel por su presencia en el encuentro de este viernes, «por estos minutos», por la posibilidad de «conversar directamente con usted, señalarle que por mi conducto el Presidente Gustavo Petro le manda un fraternal abrazo, a usted en particular, y al pueblo de Cuba en su totalidad».
El Canciller explicó una de las razones esenciales de la visita a la Isla: Están «en territorio de paz —que eso es lo que es Cuba», país que «desde la época del Comandante Fidel ha brindado la posibilidad de que los colombianos logremos un entendimiento total»—, a modo de «respuesta que queremos dar a ese señalamiento que se le dio a la República de Cuba de ser auspiciadora del terrorismo».
Álvaro Leyva Durán recordó que tal señalamiento sucedió, «única y exclusivamente porque estábamos adelantando un proceso de paz que fue desconocido, no por el Estado colombiano sino por un solo régimen (el gobierno de los Estados Unidos)». En su entender el actor norteño, de «manera cínica», resolvió olvidar que la civilización debe respeto a los tratados internacionales.
«Por eso, dijo a Díaz-Canel, estamos aquí: para asentar nuestra más enérgica protesta, para solidarizarnos con usted; y para decirle: muchísimas gracias porque se nos vuelva a permitir estar acá, en este territorio que siempre ha sido el mismo, para continuar un proceso que adelantamos ya hace algún tiempo, más de cuatro años, con todo optimismo, y se nos frustró».
«Hay que señalar que esa tragedia —porque fue una tragedia— impidió una pronta resolución al conflicto, y un acercamiento a la paz definitiva», resaltó el Canciller colombiano, quien agradeció al Jefe de Estado por sus palabras, y porque «podamos continuar algo que iniciamos en su momento con el mayor optimismo».
«Sea esta la oportunidad entonces —añadió— para reiterarle a usted la posición del Estado colombiano, hoy representado, por fortuna, por Gustavo Petro. Hemos dicho que la paz es total, pero que la paz total tiene que ir más allá de las fronteras. Por eso estamos iniciando o reanudando relaciones con nuestra hermana República de Venezuela». Finalmente Leyva Durán hizo énfasis en cómo desde Colombia llega para el pueblo de Cuba «un enorme abrazo, un abrazo de paz y de reconciliación».
Otras voces de la amistad y de la paz
Lo primero que quiso expresar en el encuentro el Jefe de la delegación de Paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Pablo Beltrán, fue: «Tenemos una gran deuda con el pueblo de Cuba, con el Gobierno, con el Partido, por la posición firme y de principios que han mantenido en este tránsito que nosotros hemos llamado el Cruce del desierto, que han sido cuatro años extremadamente difíciles, en los que han ocurrido dos cosas que pensamos nosotros que en Colombia tenemos que rectificar a fondo».
Beltrán razonó que de las dos cosas a rectificar, la primera es que se haya naturalizado la violación del Derecho Internacional: «Eso, dijo, no puede ser; ese no puede ser el destino de Colombia». Y la segunda tiene que ver con que, a los que defienden el Derecho, se les haya penalizado.
«De esas dos situaciones, afirmó, pensamos que este Gobierno que comienza, de Gustavo Petro, va a marcar un punto de inflexión». Pidió que no vuelva a suceder, que se saquen lecciones de historias pasadas, y que, «a quienes se les haya ofendido, se les hagan las reparaciones respectivas».
Pablo Beltrán expresó que «la gente tiene un mandato: hay que lograr la paz de Colombia. Eso lo gritó la gente en la Plaza de Bolívar en la posesión (presidencial) del siete de agosto. El Gobierno tiene plena conciencia de ese mandato. Por supuesto que nosotros también. Cada uno recibimos ese mandato del pueblo colombiano: hay que buscar la paz, cada uno desde su esquina, y esto es una construcción colectiva».
En la misma línea de pensamiento agradeció «el papel de Cuba, el papel del Reino de Noruega, el papel del Vaticano, el papel de Naciones Unidas, el papel de la Iglesia Colombiana». Y enunció: «Gracias a la comunidad internacional hemos podido sortear esta situación. Estamos como cuando se cruza el río: ya pasamos al otro lado, y gracias a eso me parece que nos abrimos a un momento de paz, con lecciones aprendidas muy importantes, y el hecho de que Cuba y Noruega lideren la comunidad internacional en ese apoyo a la paz de Colombia, no nos exime a los colombianos de la responsabilidad principal de lograr la paz».
Una expresión que muchos conocemos fue traída a colación por Beltrán: En los momentos malos es cuando se conocen los amigos. Lo dijo porque «en este momento al proceso de paz le llueven ofertas de amigos, facilitadores, etc, etc, pero en el momento más duro no estaban; entonces eso nos ha permitido conocer que Cuba y Noruega tienen una política de Estado frente a la paz, y eso es valiosísimo».
«Agradecemos —expresó a Díaz-Canel— que usted hoy reitere el apoyo de Cuba al proceso de paz en Colombia». Y hablando de tal gesto, definió: «Lo consideramos sincero, altruista, así lo valoramos, y esperamos que eso nos ayude en el proceso que viene».
El enviado especial del Reino de Noruega, Jon Otto Brodholt, dijo a los presentes: «Mi Canciller les manda sus saludos más fraternos. Nosotros también hemos ratificado nuestro compromiso con el proceso, y la disposición de continuar como garantes si las partes lo desean». Subrayó que «sería un verdadero gusto continuar la conversación con ustedes, formamos un equipo tal vez no muy familiar para muchas personas de afuera». Esto último lo dijo porque se han producido conversaciones «muy cercanas» en Bogotá, en La Habana, y en Oxford. «Entonces —reiteró— sería un gusto continuar con las conversaciones».
«Gracias por el espacio», declaró Carlos Ruiz Massieu, representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas para Colombia. Y seguidamente transmitió un saludo del Secretario General de la ONU, António Guterres: «Él me dio básicamente las instrucciones hace un par de años ya, con dos orientaciones», contó. La primera orientación, según dijo, tiene que ver con «hacer todo lo que pudiera por ayudar en el proceso».
Carlos Ruiz compartió su perspectiva: «Ojalá se reencauzara el diálogo entre las partes. Así hemos trabajado estos dos años para ahora quizás estar en una posición que nos da mucho optimismo de que eso se pudiera reencauzar, de que se pueda reanudar el diálogo».
La otra orientación ha tenido que ver con «apoyar a los garantes en una situación muy particular que enfrentaron durante este tiempo, y particularmente a Cuba». El representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas para Colombia, fue explícito en «el compromiso de Naciones Unidas para estar con Cuba, como siempre se ha estado, y particularmente con el proceso si las partes así lo determinan».
Cerró la jornada de confluencias Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal de Colombia para las relaciones Iglesia-Estado, quien primeramente presentó un saludo del Arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Luis José Rueda Aparicio.
La Conferencia Episcopal, declaró Monseñor Héctor Fabio, hizo una declaración muy reciente, en la cual hay dos llamados: «en uno dice que hemos de dar una nueva oportunidad al diálogo; o sea, la Conferencia Episcopal está convencida de que el diálogo es el camino, estamos hablando de diálogo social en Colombia, pero al lado de eso está el diálogo para salir de las situaciones de conflicto armado que hemos vivido a lo largo de décadas.
«En segundo lugar la Conferencia Episcopal nos dice que debe primar el respeto por la vida, que la vida tenga un primado, lo mismo que los derechos humanos, y reconocer también allí el primado de las víctimas. Por eso hemos querido recoger el clamor de las comunidades urbanas, rurales, de todas las partes que están pidiendo soluciones».
El representante religioso quiso agradecer al Presidente cubano «por facilitar esta búsqueda de soluciones»; y al pueblo cubano por haber mantenido con vida la esperanza.