El proceso de presentación del plan y presupuesto del 2023 realizado en Villa Clara se desarrolló en medio de una difícil situación, y a la vez contó con valiosas ideas surgidas desde los colectivos laborales.
Maribis González Lara, miembro del Secretariado Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), explicó que el mismo se realizó en medio de la contingencia energética y con un bloqueo recrudecido con la intención de asfixiar por todas las vías a la economía cubana y destruir la Revolución.
Afirmó que en la provincia se planificaron un total de 4 mil 453 asambleas de trabajadores, de las cuales se efectuó la mayor parte con una buena participación.
Dijo además que fueron expuestos los problemas objetivos que enfrenta cada centro para cumplir sus compromisos de producción y servicios. «Entre las mayores preocupaciones se encuentran la falta de materias primas y otros recursos materiales, combustible, energía eléctrica y altos precios de los principales insumos. Todo ello provoca bajos niveles de actividad y subutilización de capacidades productivas, e incluso inconformidades con el salario y con la distribución de utilidades», afirmó.
Gonzáles Lara añadió que los trabajadores se refirieron al impacto negativo de los precios centralizados que no reconocen los costos de la producción y los servicios, ocasionan baja rentabilidad o pérdidas, así como al insuficiente financiamiento en MLC. Asimismo fueron tratadas las condiciones de trabajo y la baja ejecución de los presupuestos para la ropa, calzado y medios de protección.
La dirigente provincial precisó, entre otros aspectos, que el movimiento sindical del territorio le ha prestado particular atención a las empresas con pérdidas en el primer semestre de este año.
«Se realizaron análisis y evaluaciones en todas las asambleas y se hicieron propuestas para revertir la situación. Entre las ideas planteadas estuvieron actualizar las fichas de costo de los diferentes surtidos, y seleccionar para una nueva elaboración aquellos productos cuyas fichas no excedan su precio de venta».
Detalló que se plantearon aspectos relacionados con la organización del trabajo, por ejemplo enmarcar en la plantilla una correlación del 80% de trabajadores directos a la producción y 20% indirectos, congelar plazas vacantes que no hayan sido necesarias hasta el momento, reducir los contratos determinados, identificar plazas que se puedan eliminar, fusionar Unidades Empresariales de Base (UEB) para lograr el aprovechamiento óptimo de la fuerza de trabajo, aplicar sistemas de pagos objetivos, fortalecer el control interno y los departamentos económicos en los centros.
«Además hay otros planteamientos medulares, como aprobar en las juntas económicas todos los gastos relacionados con los servicios prestados, de mantenimiento y construcción, realizar semanalmente el análisis del balance gasto-ingresos, los costos de ventas, para así identificar los que desvían la correlación entre estos y las ventas netas», puntualizó.