Después de tres largos años, el Festival Internacional de Cine de Gibara regresó a la holguinera Villa Blanca de los Cangrejos para fusionar otra vez la magia del cine con la del mar, esa amalgama que enamoró a Humberto Solás dos décadas atrás.
«Volver al cine» es el slogan bajo el cual se ha desarrollado la XVI edición del certamen, que este sábado concluye y al que el pueblo gibareño, junto a cineastas y actores, le han hecho justicia participando en los variados espacios culturales, que han englobado diferentes manifestaciones artísticas.
El público del patio y visitantes del atractivo municipio holguinero, además de disfrutar del encuentro con destacadas figuras de la pantalla grande cubana, han podido ahondar en las realidades actuales del séptimo arte a través de foros teóricos como «Dirigir cine hoy: crisis, pandemia y desafíos» y «Curaduría y programación cinematográfica en festivales alternativos».
Las calles de la Villa Blanca se han llenado de una alegría vivida también por los más pequeños, quienes, además de presentaciones del Teatro Guiñol de Holguín, disfrutaron de el proyecto infantil Corazón Feliz, que irradió su luz en la comunidad El Güirito de la mano de las cantautoras Rochy Ameneiro y Edelis Loyola.
Han sido proyectados interesantes filmes como «Cuentos de un día más», bajo la dirección general de Fermando Pérez, y el cortometraje Las polacas, de Carlos Barba; a la vez que han existido presentaciones musicales y de teatro, ventas de libros y exposiciones de artes plásticas como «Iluminaciones», del artista visual holguinero Víctor Manuel Velázquez Mirabal.
Con intensidad artística ha transcurrido el FIC Gibara 2022, que ha venido a reafirmar y consolidar lo que en la actividad de apertura expresara Sergio Benvenuto Solás, director general del evento: «Han sido dos décadas de una interacción cultural formativa, en los que a su vez se han visibilizado internacionalmente las potencialidades de esta hermosa Villa Blanca.
«Ello ha contribuido a fraguar desde la Cultura un Desarrollo Local Sostenible que hoy muestra señales inalterables de progreso, a pesar de las circunstancias económicas del presente inmediato.
«Realizar esta edición ha sido una apuesta colectiva que requirió de un esfuerzo sustantivo del pueblo de Gibara, las instituciones, los cineastas, los músicos y el resto de los artistas que; como en cada edición, nos aportan su talento y pasión por esta comunidad».