Santa Clara.— En la Empresa de Periódicos Enrique Núñez Rodríguez, de Villa Clara, la inmensa máquina, con su sonido acompasado y constante, asusta, no obstante ser de una moderna tecnología de impresión.
También, en franca rivalidad con ese ruido, subyace en el taller un silencio que sorprende. No se escuchan ni pasos ni palabras. Sus trabajadores están concentrados, y quienes operan la máquina vigilan con insistencia cómo quedan grabadas las letras y las imágenes en el papel.
Isvey, impresor experto
En ese panorama los más observadores perciben los gestos de Isvey Ramírez Casanova, el jefe de brigada, uno de los más experimentados impresores de periódicos y libros de la entidad.
Isvey es de los trabajadores que han sabido asumir los cambios. Transitó de la impresión tradicional a la nueva tecnología de cuatricomía con absoluta normalidad y mucha preparación.
“En la imprenta Federico Engels, de la capital cubana, realicé la capacitación, que resultó muy efectiva. Lo que sabía me valió de mucho, pues era una base sólida construida por años”, recordó.
“He perfeccionado lo aprendido con la práctica diaria de la máquina rotativa Uniset 80, de nacionalidad alemana, que posibilita la utilización de cuatro colores”, afirmó orgulloso de ser capaz de dominar esta tecnología.
“Me enamoré de este proceso, y dejar atrás el uso solo del negro y otro color fue un reto. Ahora todo es mucho más atractivo y la calidad de los ejemplares es palpable”, dijo convencido de la efectividad y necesidad de la modernización del proceso de impresión de la prensa en la Mayor de las Antillas.
Un especialista como Isvey no se logra en un año, por eso se le aprecia sobremanera. Es un hombre medido, de poco hablar, muy informado, una cualidad que debe a una pasión que tienen él y todo el colectivo: leer periódicos.
Cuando dice leer se refiere a los periódicos que pasan por sus manos, que son cada día los nacionales, los provinciales desde Camagüey hasta Pinar del Río, que incluye el municipio especial de Isla de la Juventud, y sus suplementos. Cerca del 80 % de los ejemplares de periódicos cubanos se imprimen en este centro. Además, la revista Bohemia.
Para Isvey y la brigada que dirige, el último período ha sido complicado debido a la contingencia energética, pero tomaron medidas y se esfuerzan por cumplir las fechas pactadas con cada pedido. Los periódicos deben salir en el horario establecido.
“Además de implementar horarios escalonados para evadir los picos de consumo energético, cada vez que falla la electricidad es necesario estabilizar los parámetros de trabajo de la máquina, lo que lleva tiempo, cuidado, mucha concentración”, aclaró.
Otras labores para disminuir pérdidas
La tecnología de cuatricomía para la impresión de periódicos en el país marcó un punto de inflexión favorable en la labor del colectivo. No obstante, hoy enfrentan dificultades financieras que tratan de disminuir con inteligencia, dedicación y sentido de pertenencia.
Es un colectivo laboral paradigmático en la provincia, reconocido por su entereza, perseverancia y audacia para enfrentar dificultades, pero dañado financieramente por el precio del papel y otras cuestiones que se reajustan como parte de los procesos implementados en la economía cubana. Para minimizar esas difíciles condiciones se buscan alternativas. El propósito es aumentar los ingresos de la entidad.
El ingeniero Jorge Enrique Veitía Fernández, director general, explicó que se imprimieron 50 títulos para la Feria Internacional del Libro, folletos para la Feria Internacional del Turismo, la Feria ExpoCaribe y otras temáticas, a la vez que utilizan la recortería para elaborar diversas manualidades.
“Un esfuerzo especial realizó el colectivo en la impresión de un millón y medio de ejemplares del Proyecto del Código de las Familias”, precisó.
“Otra opción es la venta de los envases vacíos de insumos, de planchas impresoras desechables y residuos de tintas. Ello a partir de contratos con las pequeñas o medianas empresas (mipymes)”, aseveró.
En el Poligráfico de Villa Clara se imprimen diariamente 350 mil periódicos, además confeccionan libretas, emprenden la impresión del libro de Matemáticas de primer grado, algo muy especial ante la falta de estos materiales escolares imprescindibles en las primeras edades.