Con vistas a que sean menos las afectaciones por falta de electricidad en los restantes territorios, y a que disminuya el consumo de combustible cuando en toda Cuba es bien tensa y compleja la situación energética, se prevén desde agosto apagones planificados para la capital, además de la suspensión de los carnavales.
En un encuentro con dirigentes políticos y administrativos locales, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, y Reynaldo García Zapata, gobernador provincial, explicaron que se hicieron esas propuestas a la dirección del país como una manera de ser solidarios con el resto de la nación, donde incluso ha sido difícil programar las constantes interrupciones del vital servicio.
Como capital de todos los cubanos estoy seguro que el pueblo habanero asumirá este sacrificio con mucha dignidad y respeto, con una actitud solidaria hacia los demás territorios, señaló Torres Iríbar al anunciar que los molestos apagones serán en el horario pico diurno, de 10:00 a.m. a 2:00 p.m., cada tres días, y la población de cada municipio sabrá con tiempo cuándo le tocan.
Puntualizó que ello permitirá liberar 100 megawatts (MW) que podrán disponerse en beneficio de otras provincias o tareas emergentes del país; sin dudas, un aporte significativo.
Al abundar en esta y otras medidas también dirigidas a incrementar el ahorro de portadores energéticos, García Zapata subrayó que de esa manera La Habana podrá enmarcarse dentro del plan de consumo asignado, ascendente a unos 600 MW, más ahora cuando no estamos siendo responsables o eficientes en su cumplimiento, aclaró.
Precisó que las carencias de combustibles, las dificultades con las centrales eléctricas y con la disponibilidad de los grupos electrógenos emergentes, obligan a ser consecuentes con esta situación, y en tal sentido las interrupciones planificadas en la capital ayudarán a reducir las del horario nocturno de otros territorios, y a poner la economía cubana en mejores condiciones.
Aclaró que no se apagarán aquellos circuitos en los que hay centros de producciones y servicios vitales, que no deben pararse; por ejemplo, las fuentes de abasto y de bombeo de agua, los grandes hospitales y las unidades destinadas a la elaboración de alimentos.
Asimismo informó la decisión de adoptar medidas disciplinarias con las administraciones de las entidades estatales que mantienen encendidos aires acondicionados, luces innecesarias y otros equipos altos consumidores en los horarios pico, tal cual se constata en las inspecciones de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de Energía (ONURE) y la Empresa Eléctrica.
También con aquellos nuevos actores económicos, sean Mipymes, trabajadores por cuenta propia o cooperativas no agropecuarias, que especialmente en el horario pico de la noche derrochan electricidad, se analizará la necesidad de asumir una actitud responsable, y por ello, partiendo del consumo promedio mensual deberán reducir este en un 20 por ciento.
Respecto al Carnaval habanero, el cual en junio –cuando la situación energética no era tan crítica- se anunció sería en agosto, García Zapata dijo que se decidió suspender precisamente por los problemas con el combustible y el transporte público, pero como cierre del verano del 19 al 21 habrá fiestas populares en unos municipios y del 26 al 29 en otros.
Ese último fin de semana también en el Malecón habanero se desarrollarán festividades con espectáculos culturales y ofertas gastronómicas.
De acuerdo con el Canal Habana, a través de los medios locales se informarán con tiempo los apagones, con vistas a que la población y las entidades planifiquen mejor sus actividades ese día y horario, y sean menos las afectaciones.
(Tomado de ACN)