A pesar de que las carencias económicas marcan el día a día del pueblo cubano, en Camagüey un grupo de inmuebles e instalaciones fueron remozados, reparados o construidos para, cerca de la jornada de la celebración por el 26 de julio, entregarlas al pueblo agramontino.
La motivación, como cada año, sería la celebración del día de la Rebeldía Nacional y el deseo, regalar a los camagüeyanos un grupo de obras que mejoraran la prestación de servicios.
Durante estos últimos días las máximas autoridades políticas de la provincia, encabezadas por Federico Hernández Hernández, primer secretario del PCC en el territorio, recorrieron y reinauguraron las obras que abarcan diferentes sectores de la sociedad, así como varios municipios.
En Nuevitas, por ejemplo, se inauguró el Centro de creación de capacidades y gestión de conocimientos para la adaptación al cambio climático. Este proyecto internacional busca lograr asentamientos costeros resilientes e irradiar hacia la comunidad de Santa Rita con diferentes acciones como círculos de interés.
Allí también se repara la emisora municipal, así como el Centro de Higiene y Epidemiología.
En Jimaguayú, en tanto, se responde a algunos planteamientos poblacionales con la realización de obras constructivas que abarcan un ranchón, una miniundustria, la Casa de Cultura y el Banco de Crédito y Comercio.
Por su lado en el municipio cabecera se labora en la mejora de instalaciones deportivas, como el campo de pelota del reparto Julio Antonio Mella, el cual alcanzó las medidas establecidas para la realización de competencias en las pequeñas ligas.
El sector de la cultura también acometió acciones en diferentes instalaciones inaugurando el Centro Cultural Literario Negro Bembón, en el municipio de Florida. En el mismo se agrupan un café literario, áreas para ventas de libros y presentaciones de artistas.
Otro Centro Cultural, el Tula Aguilera, igualmente fue inaugurado en la Universidad de Ciencias Médicas, donde se encuentran una sala de cine, una librería y un café literario.
De igual manera se acometieron una serie de reparaciones en los baños, dormitorios y otras áreas de una de las casas de niños sin amparo familiar.
Mientras el sector de la Salud pudo responder a solicitudes de la población con la creación de una sala de espera con capacidad para 28 acompañantes de pacientes de las terapias intensiva e intermedia.Un regalo que permitirá a los acompañantes a adquirir ofertas gastronómicas y mejores condiciones.
Mientras, luego de 18 años cerrado, el departamento de Anatomía Patológica del Hospital Pediátrico Eduardo Agramonte Piña, reabrió gracias a una inversión de dos millones de pesos.