A propósito de la alta fiscalización en el reciente Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular al Ministerio de Energía y Minas, dialogamos con George Batista Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de este sector.
Las principales dificultades que presentamos y que la gente lo siente, señala, están vinculadas a los portadores energéticos. Para enfrentar esta situación los trabajadores han laborado sin descanso, sin reparar en horario, y el Sindicato ha premiado estos esfuerzos con reconocimientos individuales y colectivos; además de que se están procesando condecoraciones para dignificarlos.
Un problema muy serio que nos afecta en el sector eléctrico es la fluctuación laboral vinculada a las dificultades de la alimentación, la transportación y el salario. Con el Decreto 53 se propició un incremento salarial desde la eficiencia pero no cubre las expectativas a partir de la distribución de utilidades. Esto ha provocado que en el año 2021 hayamos tenido un éxodo de 6 mil 612 y en el 2022 han sido 5 mil 769 que es el 87 % del año pasado.
Se impone lograr una estabilidad por la confiabilidad técnica, laboral y la idoneidad demostrada que deben tener, porque preparar a un trabajador eléctrico que opera una planta u otro equipo de este tipo lleva de 5 a 8 años. Para la solución de esta dificultad correspondería hacer una nueva propuesta de incremento salarial o buscar alguna vía que incentive el aumento de la remuneración.
Hay lugares en que la alimentación con terceros ha tenido complejidades por los altos precios. El Ministerio de Finanzas y Precios estableció un límite de hasta 18 pesos y cuando se pasa de ese nivel lo asume la empresa, pero a costa de la disminución de las utilidades de los trabajadores.
Pese a estos inconvenientes y las limitaciones de recursos, la labor de innovadores y racionalizadores en el pasado año representó más de 83 millones de aporte en la eficiencia económica.
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