En este paquete tan variopinto, el restablecimiento de la compraventa de divisas a la población para incrementar los ingresos en moneda libremente convertible sobresale por su interés público, al igual que la flexibilización de la importación no comercial por personas naturales, aunque distan de ser las más radicales.
La posibilidad de constituir otro tipo de empresas mixtas que nunca antes tuvimos en Cuba, entre entidades nacionales, estatales y privadas, e incluso con inversores extranjeros; además de la aplicación de formas diferentes para el acceso y asignación de las divisas a los distintos actores económicos, resaltan quizás entre las mayores novedades en estas decisiones.
Tampoco debemos perder de vista la intención de rescatar iniciativas que han tenido gran impacto en nuestros colectivos laborales y trabajadores, como la reactivación del movimiento de microbrigadas, la creación de contingentes para producir alimentos y la entrega de tierras a los centros de trabajo que puedan hacerlas producir para su autoconsumo, así como el mayor estímulo a la construcción de viviendas con las utilidades de las empresas.
La utilización del transporte estatal en apoyo al traslado de la población y la reducción de actividades presenciales y reuniones para reducir gastos son ideas reiteradas, pero que pudieran favorecer más nuestras dinámicas laborales.
Otras medidas continúan el camino de transformaciones duraderas o más técnicas, como el encadenamiento productivo con el turismo, la disminución del déficit presupuestario, el incremento de ingresos municipales y una mayor exigencia en la formación de precios.
No descuida tampoco este anuncio la profundización en respuestas a problemas ya asumidos, como la atención priorizada a personas, familias y comunidades vulnerables; el mejoramiento de los barrios; y el estímulo a que las formas de gestión no estatal asuman servicios como tintorerías, lavanderías o comida para llevar.
En esa misma cuerda de lo ya existente están los incentivos al comercio electrónico, las facultades para importar y exportar, las ventas en consignación, o la intención expresa de favorecer la producción y uso de fuentes renovables de energía. Lo importante, como dijo el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, al presentar las medidas es que en las difíciles condiciones actuales de nuestra economía, el mayor riesgo sería no hacer nada.
ALGUNAS MEDIDAS PARA LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA