El dinero lo hace todo. Por eso el FC Barcelona jugará en Las Vegas contra el Real Madrid (05 h. de la madrugada del sábado al domingo en España/La 1 y TV3) en una ciudad prefabricada en el desierto de Nevada que es un auténtico horno.
El termómetro marcaba los 45 grados centígrados de temperatura cuando la expedición azulgrana tomó tierra en la metrópolis del estado de Nevada. El aire se agota paseando por la meca de los casinos. Tanto es así que Xavi Hernández ordenó suspender el entrenamiento programado para la mañana de este viernes con 39 grados previstos.
Sí se hizo la sesión vespertina del jueves retrasando el inicio de las 19 a las 20 h. en el Cashman Field, instalaciones del Las Vegas Light FC, un equipo de fútbol de la USL Championship. En el campo, concebido en los años 80 para jugar a béisbol, el equipo azulgrana estiró los músculos como pudo, con el cielo ya oscuro pero ¡a 43 grados! Una animalada.
Los aspersores constantemente abiertos ayudaron en parte a mitigar el calor en una segunda estación de la gira estadounidense que no ayuda precisamente a la mejor preparación. Queda claro el acierto que supuso alargar un día la estancia en Miami para no estar enclaustrados más tiempo entre las paredes del lujoso, eso sí, Hotel Palms Casino Resort.
Menos mal para Barça y Madrid y también para los hinchas que verán el segundo Clásico en Estados Unidos que el duelo tendrá lugar con una atmósfera totalmente diferente con una previsión en la calle de 39 grados a la hora del partido (20 h. allí). El aire acondicionado está asegurado bajo la cubierta del espectacular Allegiant Stadium, inaugurado en julio de 2020 después de 40 meses de obras y costar 1.800 millones de euros, el doble de lo presupuestado para remodelar el Camp Nou.
