“Jo, jo… ¡Mamma mía, Karim!”. Así recibió Carlo Ancelotti a Benzema en el Hotel Beverly Hills de Los Ángeles, donde se aloja el Real Madrid para esta gira de pretemporada por la Costa Oeste de Estados Unidos. El técnico italiano le echó un primer vistazo de lejos y se retiró las gafas, como si necesitase verlo sin interferencias de ningún tipo: su delantero titular, la estrella del equipo, ya está a su disposición.
Benzema fue saludando uno por uno a todos sus compañeros en este reencuentro, después de una temporada, la 2021-22, que cerró como la mejor de su carrera: hizo 44 goles en 46 encuentros, finalizando como máximo goleador tanto de la Liga como de la Champions League, ambos torneos que el Real Madrid levantó en gran medida gracias a su acierto en el área. Méritos que le han convertido en el único candidato viable a ganar los próximos premios individuales: el FIFA The Best, el Balón de Oro, el premio de la UEFA al mejor jugador de la última Champions… Salvo sorpresa mayúscula, serán todos para él.
Benzema y el Clásico de Las Vegas
Benzema se detuvo a charlar un momento con Ancelotti y luego fue abrazando a todos sus compañeros, parándose especialmente con sus amigos Ferland Mendy y Eden Hazard. El belga ha llegado a la pretemporada en plena forma y está decidido a ganarse un sitio en el ataque blanco, el que queda por cubrir para acompañar a Benzema y Vinicius en la ofensiva blanca.
El plan con Benzema en este arranque de pretemporada estará orientado a una preparación especial en los primeros días, con el objetivo de que gane el tono físico que el resto de sus compañeros llevan ya adquiriendo desde hace tiempo. Su presencia en el Clásico de Las Vegas, en la madrugada del sábado al domingo, no está garantizada, si bien Ancelotti ya dejó claro que si le ve apto, podrá jugar. Además, en su posición el Madrid anda carente de jugadores en este momento, después de que Mayoral no pudiese subirse al avión por un problema con su pasaporte de vacunación. Si Benzema no es titular ante el Barcelona, es posible que lo sea Hazard o incluso el canterano Latasa, también del gusto de Ancelotti.