Y no es porque los jóvenes no sean capaces de dirigir a un colectivo de trabajadores, sino por la rudeza y características del trabajo que ejecutan sus miembros.
La también Máster en Minería se desenvuelve entre grandes equipos pesados, explosiones, polvo y una tensión notable, pues la entidad que conduce abastece a la mayor fábrica de cemento del país.
Cada jornada es un reto, asegura la directiva, porque cuentan con equipos de gran porte, como camiones con capacidad para 60 y 40 toneladas, cargadores, máquinas perforadoras, retroexcavadoras, un martillo rompedor, todos con muchos años de explotación y por eso y el rigor de las labores se presentan roturas con frecuencia.
Entonces aparece de inmediato, como rayo de luz, la actividad innovadora. “La UEB tiene 213 trabajadores y de ellos 41 están asociados al Comité de Innovadores y Racionalizadores (CIR). Por las características de los equipos casi todas las piezas que necesitan deben ser importadas y es conocida la situación financiera del país y el dañino bloqueo de los Estados Unidos.
“Generalmente, las soluciones que buscamos son inmediatas y mientras se solicita y trae una pieza, hay que hallar alternativas para garantizar que no se detenga el suministro a la fábrica, de lo contrario se detienen las operaciones”.
En la reciente Expo de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) titulada Soluciones Cuba, los creadores de esa entidad presentaron una rampa de acceso dentro de la cantera, ejecutada en el yacimiento principal, que posibilitó disminuir la distancia a recorrer por los equipos. Realizaron otro aporte que sirve para recuperar los barrenos con los que se hacen las voladuras, pues en tiempos de lluvia se tupían con frecuencia y había entonces que trasladar la máquina voladora, lo cual se hacía peligroso. “Ahora aprovechamos al máximo los explosivos y gastamos menos tiempo y combustible”, explicó la ingeniera.
Mantener el 100 por ciento
Santos Benítez Benítez acumula más de 30 años de trabajo ininterrumpido en ese colectivo. Su experiencia y voluntad resultan muy valiosas para que no se interrumpa el suministro de materia prima a la planta cienfueguera.
“La escasez de piezas nos obliga. Nuestra labor es muy técnica, pero encontramos soluciones para garantizar que el 100 % de los equipos estén siempre de alta. Nuestra divisa es mantener la tecnología activa, pues no puede afectarse la producción”, afirmó.