Más de 20 ciudades recorrieron los «caravanistas» en tres rutas que se fusionaron el pasado lunes en Jacksonville, Florida, y luego se dirigieron a la última parada, San Petersburgo, antes de congregarse en Miami, punto de partida hacia La Habana.
Según confirmó a Prensa Latina la doctora Samira Addrey la mayoría de los 91 «caravanistas» son jóvenes de entre 18-30 años que nunca antes estuvieron en la nación antillana.
Es objetivo nuestro alcanzar “nuevas generaciones de amigos de Cuba”, acotó Addrey, coordinadora de programa de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO)/Pastores por la Paz.
Comentó que es motivo de celebración este año el trigésimo aniversario de las caravanas, cuya primera edición en 1992 trasladó a la isla 15 toneladas de artículos como leche en polvo, medicamentos, biblias, bicicletas y útiles escolares.
Ahora el énfasis de la carga es la ayuda médica, subrayó Addrey, egresada de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas de La Habana.
Detalló que en los encuentros de solidaridad celebrados en cada una de las ciudades de las rutas (medio-oeste, noreste, y sur) recogieron donaciones y también fondos para la compra de medicamentos esenciales que se entregarán al pueblo cubano.
Los miembros de la nueva caravana permanecerán en Cuba hasta el 30 de julio y durante ese tiempo cumplirán un amplio programa de actividades.
En una entrevista concedida a Prensa Latina el pasado año, Gail Walker , directora ejecutiva de IFCO/Pastores por la Paz, afirmó que en Estados Unidos innumerables personas se oponen al bloqueo a Cuba y que muchas están decepcionadas con la política de la administración de Joe Biden hacia la isla.
Hija del fundador de las caravanas, el desaparecido reverendo Lucius Walker, Gail reiteró entonces su respecto por el ejemplo que ofrece el país caribeño ante el mundo.
La Caravana de Pastores por la Paz es una ilustración de la verdadera política de pueblo a pueblo, puntualizó Walker al dar gracias a Cuba y ratificar su amor en este empeño.
Pastores por la Paz nació en 1988 como un proyecto de IFCO en respuesta a la agresividad en América Latina de la administración del entonces presidente Ronald Reagan.
El pasado 15 de noviembre arribó la XXXI Caravana después de dos años de pausa debido a la pandemia de la Covid-19.
De acuerdo con Pastores por la Paz, nunca antes el Gobierno de Estados Unidos presenció semejante desafío a su hostilidad anticubana.
(Tomado de PL)
Material Relacionado
