Ocho judocas cubanos regresaron a Europa este fin de semana, más específicamente a Budapest, Hungría, sede de uno de los Grand Slam más concurridos de la temporada y que da puntos para el ranking olímpico de cara a París 2024. Una plata de Idalis Ortiz, dos bronces a la cuenta de Maylin del Toro e Iván Silva, así como par de quintos lugares y un séptimo completaron la noticia. Pero vamos hacia dentro, hacia las historias.
Este domingo, la judoca historia, nuestra Idalis Ortiz (+78 kg), reapareció oficialmente tras su plata olímpica de Tokío. Desde el 30 de julio del 2021 la artemiseña no se fundaba el judoguis en evento oficial y ahora lo hizo con un segundo lugar que sabe a inmortalidad, pues liquidó a sus tres oponentes por la vía rápida del ippón, y solo la serbia Milica Zarbic le aguantó hasta el tercer minuto.
Las otros dos, la holandesa Marit Kamps y la china Xin Su, no pasaron de los 32 y 43 segundos, respectivamente. Su única espina al título le llegó de la tierra creadora del judo con la japonesa Wataba Tomita, quien solo la pudo superar en tiempo extra por acumulación de penalizaciones.
“Estoy tranquila. Normalmente estoy empezando ahora con este Grand Slam, pero me siento bien. Esta medalla tiene un gran valor y vendrán más, puedes anotarlo”, me escribió en redes sociales la cuatro veces medallista olímpica (1-2-1) y ocho veces en mundiales (2-2-4). ¡Y es una gran verdad! Su mente está centrada en una quinta presea olímpica dentro de dos años en París y nada ni nadie parecen tener fuerza para cambiarle ese pensamiento.
El padre de Maylín y el bronce de su hija
“Es mi hija, mi campeona y de todos los cubanos y amigos del mundo”, escribió Raúl del Toro en redes sociales, minutos después de que su hija santiaguera terminara tercera en los 63 kilogramos, en su regreso a los tatamis luego de haberse sometido a una operación de la que evidentemente ya está recuperada.
El bronce de Maylín es muy positivo, pues solo cedió por ippón discutiendo el pase a semifinales con la experimentada y bronce olímpica de Beijing 2008, la brasileña Ketleyn Quadros ; en tanto luego en la repesca superó en regla de oro (más de 7 minutos de combate) a otro bronce olímpico, pero de Tokio 2020, la canadiense Catherine Beauchemin-Pinard, con quien igualó el match personal a tres victorias.
Al podio subió con esa sonrisa que contagia al más exigente, pues venció por tres penalizaciones de su rival, la británica Gemma Howell. “Gracias por tus felicitaciones, ahora voy por otra en el Grand Prix de Zagreb (15-17 julio)”, me respondió Maylín a las felicitaciones por Facebook.
Iván, una carta siempre segura
Por tercera ocasión en lo que va de año, el matancero Iván Silva se agenció una presea en el circuito de World Tour. Ahora lo hizo con un bronce y solo una derrota en cuartos de final ante el joven japonés Sanshiro Murao, quien este año había ganado el fortísimo Grand Slam de París y sumó ahora la dorada de Budapest.
Silva dominó a todos sus rivales por ippón y frente al nipón se extendió la decisión a regla de oro, cuando lo sorprendió con un barrido de piernas. También en tiempo extra aseguró su metal bronceado frente al brasileño y bien conocido por él, Rafael Macedo. Por cierto, fue el séptimo triunfo del cubano sobre el sudamericano en ocho enfrentamientos.
Figura líder del conjunto varonil, el subtitular del orbe del 2018 va sumando un año feliz, pues tras quedar séptimo en París no se ha bajado de los podios con bronce en el Grand Slam de Tel Aviv, el oro en similar competencia en Antalaya y la dorada del Campeonato Panamericano en Lima.
“Es la carta más segura del equipo cubano en estos momentos”, escribió un usuario en una página de judo. Y no le faltó razón. La madurez, el judo incansable y técnico, así como sus deseos de llegar le auguran un ciclo olímpico casi listo para medallas en el 2024.
Últimos comentarios sobre el tatami
Si a veces hemos sido exigentes con actuaciones de nuestros judocas, debemos reconocer ahora que en la capital húngara hasta los quintos puestos de Arnaes Odelín (57 kg) y Magdiel Estrada (73 kg), pues en ambos casos dominaron sus respectivas llaves y cayeron luego ante contrarios de notable calidad.
En el caso de Odelín, la semifinal contra la campeona olímpica del 2016, la brasileña Rafaela Silva, resultó un duro empeño que no pudo cruzar, a pesar de llevar buena parte de la iniciativa del combate. Por el bronce, la canadiense Jessica Klimkait, titular mundial del 2021 y bronce olímpico en Tokio sí resultó superior en todos los órdenes.
Para el matancero Magdiel, un polémico ippón a favor del azerí Hidayat Heydarov lo privó de pasar a discutir el título de su división (los árbitros revisaron el video), y luego otro de la misma nacionalidad, Rustam Ojurov, subcampeón olímpico de Tokio, le venció por wazari. No obstante, estuvo muy cerca de una presea y el judo mostrado complació por su técnica e ímpetu.
Finalmente, la reaparición de Kaliema Antomarchi (78 kg) la dejó en séptimo lugar que pudo haberse mejorado; en tanto solo Andy Granda (+100 kg) y Danny Porte (60 kg) perdieron sus primeros combates y debieron ver la competencia desde las gradas.
Cuba terminó décima por naciones, evento dominado por Japón con 8 coronas de 14 posibles y un bronce; escoltado por Italia (1-2-1) y Brasil, con una de cada color. El próximo reto de ambas escuadras cubanas será en el Grand Prix de Zagred el venidero fin de semana.