“¡Ese es Guillén! Vuelve a caminar sus calles”. Así exclamaron muchas voces hoy del Camagüey, cuando el sueño de contar con una escultura de Nicolás Guillén, el poeta nacional, en su ciudad natal, finalmente se concretaba este domingo 10 de julio como parte de las actividades del XIII Coloquio y Festival de igual nombre.
Casi para el cierre del evento, y justo en el día del cumpleaños del poeta, se develó la escultura realizada por la artista Martha Jiménez, encargada de dar forma a la utopía.
Ubicada en las inmediaciones de la plaza de los Trabajadores y mirando hacia al antiguo bar correo y la casa natal de Ignacio Agramonte, se erige el poeta con un trozo de papel en la mano donde se plasman sus conocidos versos: Vengo de andar y aquí me quedo, con mi pueblo. Vengo con mis recuerdos, vengo con mis heridas y mis versos.
Según explicó Nicolás Hernández Guillén, presidente de la Fundación, y quien estuvo cerca del proceso creativo, “la idea era que Guillén venía a quedarse con su pueblo, con su gente.
“Me dio mucha emoción ver realizado el proyecto. Sé de las angustias que se vivieron, la creación implica eso, por eso sentí la felicidad de Martha. Ella, incluso, anoche en la madrugada vino a ver la escultura y vio cuando un grupo de muchachos que pasaban por allí decían: ¡Eh, ese es Nicolás Guillén! Eso satisface, que los jóvenes lo identifiquen y que sea en el futuro un punto de encuentro”.
Cuando se develó a Guillén, Martha lo acarició, lo abrazó. A todos preguntaba si les gustaba. Y es que ella todavía se cuestiona como logró la armonía. “Desde el principio pensé, dijo, en un Guillén caminando, me gustaba en movimiento, con una mirada larga, profunda, la del artista que crea. Además, tomé en cuenta la edad, esa en la que el artista está consolidado, tiene mayor creatividad. Todavía no sé cómo logré el equilibrio de él caminando, del pergamino. Pero estoy feliz, feliz”.
En el acto, en el cual participaron autoridades políticas y gubernamentales de la provincia, estuvo presente también el héroe de la República Antonio Guerrero, se conoció de los esfuerzos de muchos para hacer la escultura, de la fe que sostuvo el sueño y de los apoyos de entidades como la Oficina del Historiador dela ciudad y de los talleres de fundición de Caguayo.
La casa de Guillén revive otra vez
Otro sueño que se materializó igualmente en esta jornada fue la reinauguración de la casa natal de Nicolás Guillén, luego de una reparación capital.
Allí, entre las paredes que vieron nacer al poeta, ahora estará la filial agramontina de la Fundación Nicolás Guillén, una café literario, un espacio para la poesía, una sala de conferencias, una biblioteca y un museo.
Sobre estos últimos elementos, detalló Yoandra Santana Perdomo, presidenta de la filial camagüeyana de la fundación, que aún no se encuentran funcionando, pues se está a la espera de la aprobación del guión museográfico.
El museo será una extensión del provincial y acogerá, como explicó Seidel Toledo Pimentel, subdirector de Cultura provincial, las nueve piezas que pertenecieron al poeta con que cuenta la institución. No obstante, a esto se sumará un donativo que hará la fundación y que enriquecerá la colección.
Entre los pocos objetos de Guillén que están en Camagüey resaltan, como apuntó Jenny Arveló Domínguez, museóloga de la casa natal, la biblia del padre de Nicolás, autografiada por él mismo; una boina de Guillén, que usó cuando visitó a España para cubrir la Guerra Civil; un samovar que le regalaron en la antigua Unión Soviética; una lupa que empleaba para leer, entre otros elementos.
En la reinauguración del inmueble se presentó la exposición La Muralla de Oscar Lasseria, en la cual, como dijo el escritor Jorge Santos Caballero, es una “clase magistral del creador en lo que la interpretación de coordenadas mitológicas”.
El Coloquio volverá
La XIII edición del Coloquio Nicolás Guillén, el cual se realizó por primera vez en Camagüey, cierra casi sus puertas, pero con la satisfacción, como apuntara Hernández Guillén, de que fue un acontecimiento extraordinario.
“Hemos presenciado, abundó, una demostración de lo que la cultura es para Cuba y para Camagüey. En un momento en que vivimos dificultades extraordinarias y, aún en medio de eso, el país nos ha acompañado para hacer una celebración única de los 120 años del natalicio de Nicolás Guillén.
“Las ponencias fueron de calidad y en esta ocasión llama la atención el número, casi unánime, de participantes que trajeron aportes reales en los diferentes temas en los que se especializaron. “Como evento es uno de los más brillante, de los más logrados, que ha llevado a cabo la fundación, por el contenido de los temas, por la calidad de las presentaciones, por la voluntad de los ponentes de asistir y también por las condiciones materiales que la provincia posibilitó haciendo un gran sacrificio.
“Termino dándole las gracias a Camagüey y con la certeza de que tendremos otro coloquio. Cuando lo concebimos, lo soñamos como un gran evento de la cultura, del arte y del pensamiento. Y creo que Camagüey está dotado para ayudar a pensar al país.
“Es una potencia cultural y tenemos grandes ejemplos, como Luis Álvarez o Roberto Méndez. Es imprescindible que Camagüey cuente con este espacio. Este es solo el primero”.
