Afirmar en estas líneas que el dolor no se ha arrimado a los trabajadores de la Central Termoeléctrica (CTE) Lidio Ramón Pérez, de Mayarí, tras el incendio acaecido el pasado viernes en su bloque 2, equivaldría a anular el inmenso sentido de pertenencia que caracteriza al colectivo holguinero.
¡Sí!, los corazones están estremecidos ante la adversidad que en poco tiempo convirtió en llamas y hollín el esfuerzo de muchas manos que por 129 días trabajaron en la capitalización de la mencionada unidad, que estaba bien próxima a aportar finalmente energía al país. Sin embargo, en la Felton el dolor no es, de ninguna manera, sinónimo de desaliento.
Ello lo reafirma Osmel Maturell Reyes, director general de la CTE, quien destaca el orgullo que les insufló a todos el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez a través de sus palabras en las redes sociales, sentimiento que ahora se revertirá en trabajo continuo para recuperar lo perdido.
El directivo, además de subrayar que en estos instantes peritos y especialistas de alto nivel investigan las causas del incidente, en la zona afectada señaló que “se están dando pasos agigantados para revertir la situación.
“Ya hay acciones concretas para lo más rápido posible reactivar esa unidad. No nos engañamos, los daños son grandísimos; el incendio afectó las columnas de las calderas, y las columnas son prácticamente la base de cualquier equipamiento. Pero contamos con el equipamiento de las demás áreas”, significó.
Esa convicción de salir adelante a pesar de lo ocurrido fue constatada este domingo por Idalmis Serrano Gómez, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Holguín, quien recorrió la central e interactuó con sus trabajadores y directivos, a quienes les transmitió el respaldo y agradecimiento del movimiento sindical holguinero.
“Nos da mucha satisfacción que los trabajadores tengan tanta confianza y compromiso. Estamos acostumbrados, como nos enseñó nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a convertir los reveses en victorias y aquí no será diferente”, ponderó.
Y eso es verdad comprobada cuando se observa a la joven ingeniera mecánica Arays Vidal Hernández, dirigente sindical de la termoeléctrica, narrar sobre lo duro que fueron los casi 130 días de mantenimiento de la unidad 2, pero a la misma vez expresar con optimismo “que todo tiene solución y su colectivo no pierde las esperanzas”.
También se comprueba la valentía del colectivo cuando se conversa con Víctor Hugo González, director de Generación Térmica, y la agilidad y el tino con los que, cada trabajador hizo su función en los momentos más aciagos para que el fuego cediera y el bloque 1, que hoy mantiene su generación, no resultara afectado.