Aunque su título sea de maestro, el camagüeyano Ernesto Eduardo Tejón Blanco encontró en la jardinería su pleno desarrollo profesional, al punto de que hasta se le metió entre ceja y ceja la idea de crear una pequeña empresa.
Por allá por los noventa, Ernesto dejó de dar clases. Luego de varias labores profesionales, terminó en la CCS Renato Guitart. Allí, junto a otros hombres, tuvo una brigada de jardineros, “lo que me motivó a crear la pequeña empresa de Servicios de Jardinería (Sejardi).
“Para nuestro trabajo contamos con personas de experiencia y hemos podido adquirir algunos equipos como las llamadas máquinas de brazos para chapear, que nos son muy útiles”.
Con 19 trabajadores, la pequeña empresa camagüeyana busca prestar servicios de mantenimiento a jardines ya existentes, pero, además, desarrollar otros en entidades que lo deseen.
Aunque para algunos no resulte interesante el objetivo de esta empresa, para Ernesto, su esposa e hijastro –quienes conforman la tríada que lidera la empresa–, lo que hacen “tiene tremenda importancia. Donde quiera que haya espacios o áreas verdes agradables, las personas que trabajen en el lugar o pasen por allí se van a sentir a gusto.
“Y en los lugares públicos donde prestemos servicios evitaremos el abandono de los mismos, la creación de micro vertederos e incidiremos así en la salud de la población”.
Sejardi tiene pocos meses de creada, apenas tres, y ya cuenta con contrataciones con unas ocho empresas de la provincia, entre ellas el Combinado Lácteo, la Fábrica de Leche en polvo, y entidades de Educación. Además, ya aspiran, incluso, a crear su propio vivero y garantizar las plantas que necesitan.
Sindicalizarse, una opción más
Desde que el dos de febrero realizaran la conformación de la empresa ante notario, otra idea les rondaba la cabeza: el deseo de crear una sección sindical.
Así que, en cuanto otros procesos lo permitieron, el 25 de marzo se reunieron todos los trabajadores para conformar su organización y afiliarse al Sindicato de Trabajadores de la Administración Pública.
El principal impulsor de la idea fue el propio Ernesto, pero todos, incluso los nueve que pertenecen a la denominación cristiana Testigos de Jehová, creen en el valor del sindicato y coincidieron en contar con un espacio para discutir y proyectar el futuro de la entidad.
Y es que como alega Ernesto “las Mipymes no se dirigen como uno quiera. Igual tenemos que regirnos por las leyes laborales, como cualquier empresa. Y por encima de los derechos de los trabajadores no se puede pasar, pues, aunque seamos privados, no se nos puede olvidar nuestra esencia obrera.
“Esto no es solo pagar y contribuir a la Patria. En las asambleas se generan ideas, proyectos en colectivo y entre todos fortalecemos la empresa, que es el objetivo principal”.
