Se trata de la unidad empresarial de base (UEB) Ron Cienfuegos, que es parte de la Empresa de Bebidas y Refrescos de Villa Clara. Allí laboran 54 trabajadores con un elevado sentido de pertenencia y una fluctuación laboral mínima.
José Luis Llull Castillo, su director, explicó a Trabajadores que reciben los denominados caldos (materia prima esencial) de la Ronera Central Agustín Rodríguez Mena, ubicada en la localidad de Manacas, en esa provincia. “Fabricamos los rones Cienfuegos, Refino Jagua, Añejo Blanco y Dorado San Carlos, entre otros. Este último lo creamos por la celebración del bicentenario de la capital provincial”.
Indicó también que de las 14 bodegas de la empresa, la unidad cienfueguera es la más eficiente y productiva. Con pocos trabajadores alcanzan una productividad elevada, lo que les ha permitido hasta duplicar las producciones planificadas y no incorporar gastos adicionales.
“Cuando hay bastante materia prima y resulta necesario hacemos doble turno, sin incrementar la plantilla, e incluso, si en algún momento no cuentan con los caldos debido a la falta de alcohol que tiene el país, entonces la fábrica embotella vinagre, vinos, ponches…, pero no paran”, señaló el director.
Yosvani Grumagosa Alonso, tecnólogo de la planta, argumentó que se cumplen con rigurosidad las normas establecidas desde que entra la materia prima hasta que los rones salen al mercado, por lo que hasta la actualidad no han tenido ni una reclamación en cuanto a la calidad de los rones. Para el añejamiento existen 404 pipas y 63 toneles.
Fundamentales son los análisis y mediciones en el laboratorio. “Se valora el grado alcohólico, según las normas y el tipo de ron, la acidez total, el color…”, explicó Elpidio Montero, joven y experimentado laboratorista.
Como la fábrica no dispone de una máquina lavadora de botellas, resulta digno de reconocimiento que esa labor la tengan que realizar manualmente. Cada día dejan listos entre 7 mil y 8 mil de estos envases, lo cual requiere de un esfuerzo tremendo.
Los directivos de la UEB coinciden al afirmar que el equipamiento, con muchos años de explotación continua, funciona gracias a soluciones de los aniristas, y reconocen el papel desempeñado del sindicato para favorecer la producción y el ambiente que se evidencia entre los trabajadores, motivados todos por el proceso vinculado a la Segunda Conferencia Nacional del Sindicato de la Alimentación y la Pesca, a efectuarse en el mes de marzo del próximo año.
El patriarca
Apolonio Díaz Molina está en esa planta desde el año 1952 y aún se mantiene activo. Es el patriarca de la tropa. “Todavía tengo fuerzas para trabajar y me siento bien aquí. El mes que viene cumpliré 79 años. Todos mis compañeros me quieren y respetan mucho, son muy buenos. Ah, y no tomo ni un traguito”, declaró.