Abrazos, saludos, declaraciones a la prensa, los delegados en la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprobaron un documento donde aparece una virtual declaración de guerra a la Federación Rusa, así como una amenaza a la República Popular China, en resumen, lo que se sabía antes de la reunión: la Alianza está a favor de la paz, pero la de los sepulcros.
Horas antes de iniciarse el cónclave, el canciller ruso, Serguei Lavrov, alertó: «Cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial, Hitler unió a su causa una gran parte, si no la mayor parte de países europeos para luchar contra la URSS. Ahora, de manera similar, entre otros, la UE y la OTAN reúnen una coalición similar moderna para luchar o, en gran medida, librar una guerra con la Federación de Rusia«, lamentó.
Los europeos preocupados por la crisis económica que encarece la vida, la posible ausencia de gas y petróleo, la crisis económica, todo por culpa de Putin, como le reiteran los medios, podrán dormir tranquilos ahora porque la OTAN los defenderá de los rusos.
Lo que no le dicen es que pagarán con sus impuestos la millonaria suma que exige la OTAN y que mientras más se armen más peligro corren de ser objetivos en caso de una guerra.
OTAN; un proyecto estadounidense
Para los organizadores el encuentro era solo una justificación. Todo estaba acordado de antemano y su objetivo era completar el cerco que la OTAN había creado alrededor de la Federación Rusa desde hace años, crecer con la entrada de Suecia y Finlandia y declararse, de hecho, los dueños del planeta.
Por lo menos eso quiso decir John Stoltenberg, secretario general de la Alianza al afirmar, no hace mucho, que reconocemos “el espacio como un dominio de operaciones junto con el aire, la tierra, el mar y el ciberespacio».
“El espacio es esencial para las líneas de defensa y disuasión, para la comunicación y la navegación de alerta temprana. Alrededor de 2.000 satélites orbitan la Tierra y aproximadamente la mitad son de países de la OTAN», destacó entonces.
Los gastos militares totales de los Estados miembros de la OTAN aumentarán en 400.000 millones de dólares para finales de 2024, se había afirmado en anterior encuentro, además de cumplir con la amenaza del entonces presidente Donald Trump en la que todos los miembros cumplieran con su aporte para mantener la Alianza.
Es por eso que muchos expertos afirman que la OTAN se ha convertido en una proyección del proyecto internacional de EE.UU., con un problema de liderazgo y una errática política exterior.
¿Quién amenaza a quién?
Pero lo realmente nuevo, por lo menos público, es la aprobación de su nueva estrategia para la próxima década. Acusa a China de desafiar sus intereses y seguridad y considera a Rusia la amenaza más significativa y directa.
La cooperación de Pekín y Moscú va en contra de nuestros valores e intereses, declararon, aunque les faltó agregar. en contra de nuestras reglas que, como poder en un mundo unipolar todos deben obedecer.
Respecto a Rusia afirman que es la amenaza más directa y significativa para la seguridad de los aliados, la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica.
Un poco para intentar limpiar la imagen, lo que es el colmo, dicen estar dispuestos “a mantener canales de comunicación abiertos con Moscú, ya que buscan la estabilidad y previsibilidad en la zona euroatlántica y entre la OTAN y Rusia”. Califican a China como el nuevo enemigo visible por sus políticas que desafían nuestros intereses, seguridad y valores.
Y como parte del espectáculo no podía faltar un comediante en línea, aunque Zelenski no dijo nada nuevo. “El mundo necesita ahora una Alianza valiente frente a los rusos”. Y repitió el estribillo ya conocido, “queremos más armamento moderno y 5 mil millones de dólares mensuales”, realmente no pidió, los exigió.
Rusia por su parte condena el curso irresponsable de la OTAN, que destruye la arquitectura de seguridad europea, según Serguei Riabkov, viceministro ruso del exterior. Calificar a Rusia de amenaza en su nueva estrategia no tiene nada que ver con la realidad. Es la OTAN la que supone una amenaza para nosotros.
