Vestidos de blanco, y con una foto de Fidel como bandera, la agrupación artística Muñequitos de Matanzas entonó un canto hermoso de recibimiento al vicepresidente de la República de Cuba Salvador Valdés Mesa, justo en el patio de la Casa de la Memoria Escénica (CME) , en la calle Milanés, en el mismo centro de la Atenas de Cuba.
Valdés Mesa llegó allí en el segundo día de la visita gubernamental a la provincia de Matanzas y, en su agenda de trabajo, no podía faltar un punto importante como la Estrategia de Desarrollo Económico-Social, de lo cual es un buen ejemplo la CME.
Con el propósito de “contribuir a buscar vías de financiamiento para la conservación y protección del patrimonio cultural”, funciona en la institución un Proyecto de Desarrollo Local, explicó Ulises Rodríguez Febles, el dramaturgo e investigador a su cargo.
Para no depender del presupuesto del Estado, optaron por esa opción y es un modelo sostenible, argumentó Ulises, al referirse a la renta de un espacio a trabajadores del sector privado que se encargan de las ofertas gastronómicas, “solo de eso, porque nosotros decidimos por ejemplo, qué tipo de música se debe consumir en un lugar como este”, precisó, al referirse a la coexistencia entre ellos y los cuentapropistas, y el sentido de defensa de la cultura que se necesita en todo momento.
Como en muchos sitios del país, también a la CME le afectan los problemas relacionados con la tecnología, en el caso particular de ellos, para seguir conservando más memorias, como la del teatro cubano en su totalidad.
Acompañado de Susely Morfa González, primera secretaria del Partido en Matanzas, de la vicegobernadora Marieta Poey , y del titular del Ministerio de Cultura Alpidio Alonso Grau, Valdés Mesa reconoció haber vivido un momento hermoso en su agenda de trabajo, porque habitualmente a él se le ve en Matanzas recorriendo áreas agrícolas.
“Me satisface la inclusión de este encuentro en el programa, qué bueno que puedo ver a muchos de ustedes en persona”, confesó, luego de que José Manuel Espino, presidente de la filial yumurina de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, nombrara a algunos representantes de la cultura, entre los cuales estaban los premios nacionales del mundo del teatro, René Fernández, Rubén Darío Salazar y Senén Calero, Diosdado Ramos, director de los Muñequitos de Matanzas, y jóvenes como Ethiel Faílde.
Antes de compartir varios criterios con los artistas allí reunidos, el Vicepresidente de la República abandonó la silla donde había estado escuchando la explicación de Ulises, se puso de pie quizás en gesto de reverencia, y volvió a agradecer su presencia en la CME.
“Es muy grato estar con ustedes, en una provincia con una enorme riqueza cultural, histórica y productiva”, afirmó. “Es muy buena la experiencia de conservar el patrimonio para las generaciones venideras. Hay que seguir luchando contra la pseudocultura que se quiere imponer desde la defensa de lo autóctono”, reflexionó.
En medio de momentos tan difíciles, ustedes vienen a calmar la ansiedad, a aliviar y a animarnos con su arte para seguir avanzando, manifestó Valdés Mesa. “Salud y larga vida a ustedes y a la Revolución, que nunca renunciará a sus políticas sociales, que pone al ser humano en el centro”, afirmó el Vicepresidente.
Prueba de ello es lo sucedido en Matanzas, en términos de trabajo comunitario. Como en todo el país, es necesario que el arte abandone las instituciones, salga de esos muros y viaje a los barrios. “El público espera por nosotros”, insistió el Ministro de Cultura Alonso Grau.
Si algo hace falta es un auténtico diálogo cultura-comunidad, desde el conocimiento y la sensibilidad, respondió Rubén Darío Salazar, al referirse al bien que le hace al arte y a sus propios consumidores la calidad de lo difundido y que en los municipios, los barrios y en las propias casa de cultura haya personas preparadas no solo para valorar, sino para gestionar bien lo que ofrecerán a los públicos.
Aunque el sentido del encuentro fue precisamente conocer sobre la marcha del PDL de la Casa de la Memoria Escénica, el productor de los Muñequitos de Matanzas comentó con dolor cómo están impedidos de viajar a provincias donde piden su actuación por falta de una guagua propia para trasladarse o el hecho de recibir el 70 cumpleaños sin un lugar para ensayar porque el local de ellos no ha podido aún ser reparado y está en peligro de derrumbe. A pesar de esos problemas, “seguimos tocando, enseñando rumba en el barrio La Marina, donde mucho se agradece su labor”, aseguró Alfredo Smith.
El artesano Luis Octavio Hernández también aprovechó para comentarle a Valdés Mesa los obstáculos para importar artículos como las pieles, imprescindible para las fabricaciones de mochilas y bolsos que venden en la tienda la Aurora. “Las últimas pieles las tenemos guardadas porque se duplicó su valor. Nos da vergüenza trabajarlas y tener que subirle el valor de venta”, lamentó, y entregó a Valdés Mesa una propuesta que a su juicio ayudaría a destrabar el asunto.
Producir pesando en el pueblo
Precisamente de precios, de cómo hay que producir pensando en el pueblo, de cuántas deudas existen aún en la generación de bienes y de servicios, se habló durante el jueves 23 de junio en el grupo encabezado por el Vicepresidente cubano.
Valdés Mesa insistió en el diagnóstico imprescindible para sostener una buena estrategia de desarrollo económico y social, algo que a juzgar por sus palabras estaba mejor estructurado en Matanzas que en Jovellanos, donde todavía se necesita asesoramiento del comité técnico o de otros asesores como la universidad para que los seis ejes estratégicos aterricen allí y de verdad ayuden al progreso territorial.
Justo para observar en la práctica cómo se comportan asuntos de la mencionada estrategia, Valdés Mesa recorrió un mercado de nuevo tipo suministrado por la Empresa Pecuaria Genética de Matanzas, la pequeña empresa fabricante de helados Alask, ambas en la ciudad cabecera, y en Jovellanos intercambió con directivos y productores del grupo empresarial Azcuba y de la empresa de cultivos varios Lenin, e intercambió con habitantes del barrio Nueva Luisa.
Valdés Mesa insistió en lo perentorio de aprovechar en Matanzas el gran potencial de agua subterránea, producir todo lo que se pueda e incidir así en el descenso de los precios, tratando de estimular lo más que se pueda a los productores y no a los comercializadores, los cuales no deben ganar más que los que siembran y crean las riquezas.
Aunque no mostró desacuerdo con el método de las ferias agropecuarias de los fines de semana que se hacen en Matanzas, pidió analizar la conveniencia de abastecer todos los días los mercados, surtirlos constantemente,
En términos de abastecimientos, se refirió a los módulos pecuarios y cómo este es un programa esencial para el abastecimiento de la carne, algo que no anda bien en el municipio de Matanzas, una provincia donde debe darse un vuelco total a lo relacionado con la zafra azucarera.
En ese sentido, llamó a que los dos centrales previstos para moler en esta zafra lo hagan en el momento que corresponde, y no con atrasos, un factor que este año comprometió mucho la zafra, al igual que los obstáculos presentados en las industrias.
La Gubernamental a Matanzas, que concluye en la jornada de hoy, no es una inspección, como le manifestaron a Valdés Mesa en visita a una mipyme, es una visita para saber cómo anda la provincia, actualizarnos sobre la marcha de los programas y ver cuánto más se puede hacer por el bien de la población.