La octava villa fundada por los españoles en Cuba, San Juan de los Remedios, cumple 507 años. La fecha de fundación ha sido controvertida y hay historiadores que consideraron que el conquistador Vasco Porcallo de Figueroa la ocultó por años, no obstante, se estableció el 24 de junio de 1515, respetando su santo patrón.
Ciudad hermosa, de plazas y callejuelas delimitadas por faroles, lámparas, balaustradas y rejas que evocan la época colonial. Urbe mágica, de iluminación única, marcada por dos iglesias en su centro histórico, que fue declarado Monumento Nacional en 1980.
Villa signada por maleficios, demonios, güijes, corsarios y piratas. Su cultura enaltece la cubana y las tradiciones más genuinas de la nación.
Es Remedios el pueblo que perpetúa los siete Juanes, al Güije de la poza de la Bajada, a la llorona de la calle Lamar, al palomar en el Callejón de Jesús Crespo, la Cabeza de Patricio, al Perro de la loma, al Baúl de Ña Trina, personajes e historias de sus leyendas donde se acumula el saber popular.
Es Remedios cuna de Alejandro García Caturla, eminente músico y abogado; desde aquí el polaco Carlos Roloff y el venezolano Salomé Hernández se volvieron mambises, así como Francisco Carrillo y Serafín García Leiva. El Generalísimo Máximo Gómez combatió en sus dominios.
La ciudad tuvo también el honor de ser liberada, en diciembre de 1958, por la Columna 8 Ciro Redondo, comandada por Ernesto Che Guevara.
Sus barrios El Carmen y San Salvador, artífices de una cultura propia, iluminan la esperanza con los fuegos artificiales y luces en sus trabajos de plaza. Su música reactiva sus esencias. La Parranda, reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en noviembre de 2018, estremece y retumba en las Iglesias católicas, ubicadas en dos de los extremos del Parque Martí.
Marca Ciudad Remedios
Remedios en este onomástico vive de manera especial sus 507 años de fundada y renace con ellos con la presentación de la Marca Ciudad. En ella se sintetizan sus símbolos, su cultura única y trascendente, la glorieta, sus iglesias, el estallido de una noche parrandera, sus luces, sus sombras, sus leyendas y tradiciones.
Está en esa marca la octava maravilla de Cuba.
Obras sociales
En su cumpleaños, los remedianos disfrutan de varias obras sociales, entre ellas una minindustria, y labores en varios barrios vulnerables donde se realizan acciones en farmacias, casa infantil y punto de ventas.
Sus ciudadanos se empeñan en mejorar la economía, perfeccionar el comercio, diversificar las producciones de la Refinería Heriberto Duquesne, fundamentalmente los rones, y en mejorar el campismo Caonao, entre otras acciones.
