Matanzas.- Este 21 de junio el pelotero Darian Palma fue noticia en el tercer juego de la final Granma-Matanzas. Primero dio jonrón de dos carreras, luego hizo un fildeo de leyenda en el center field y finalmente acudió a su primera conferencia de prensa en postemporadas de las Series Nacionales de Béisbol.
Muchos se quedaron con ganas de saber más acerca de este jardinero de 20 años, nacido, crecido y convertido en pelotero dentro de la Ciudad Monumento. El joven Darian es de los jóvenes talentos que ha germinado en esa provincia y pasó de las categorías juveniles a la Serie Nacional desde hace tres campañas con esta.
“Roel Santos me ha ayudado mucho. Me da siempre consejos y es un reto muy grande estar ahora custodiando su plaza, porque es uno de los mejores jardineros centrales de Cuba”, dijo con una sonrisa de aprendiz que curte su responsabilidad con el lógico temor y riesgo de que siempre lo comparen con el mayor de los Santos, actualmente en la Liga Profesional Mexicana.
Pero Darian nunca olvidará estos play off. Carlos Martí le dio la responsabilidad de defender la pradera izquierda primero y luego la central tras apenas compilar 53 hits en tres Series Nacionales (15 en las dos primeras y 38 este año). Además, solo había bateado tres cuadrangulares hasta este 21 de junio, cuando le desapareció la esférica a Dariel Góngora por el jardín izquierdo.
Palma ya figuraba desde el 2020 entre el grupo de talentos escogido por la Comisión Nacional de Béisbol para trabajar con perspectiva inmediata. Estuvo en los pasados play off, pero solo compiló de 4-1. Esta temporada le tocó la oportunidad de jugar regular y lo hizo con el lógico rendimiento en ascenso (268, 8 dobles, un triple, un vuelacerca y 23 fletadas). En esta postemporada lleva 31-11, con una línea ofensiva de 355 y seis remolques.
Sin un somatotipo impresionante, con la humildad de quien ama la pelota para aprender de los jerarcas y labrar su propio camino, Darian Palma le ha resuelto un problema al mentor granmense con la fuerza de la juventud y sobre todo con resultados, es decir, ofensiva y defensa. Así lo demostró este martes.
Más allá de la descripción no escrita sobre el desplazamiento certero para descolgarse sobre la cerca y atrapar el batazo de Arruebaruena con etiqueta de jonrón, lo más impresionante sigue siendo que al preguntarle, fuera de cámara, cómo había vivido ese fildeo y ese juego en general lo pudo resumir en una frase: “lo hice porque juego con el corazón y por Granma. No hay nada extraordinario”.