En Chaparra, poblado cabecera del municipio de Jesús Menéndez, contrastan las abundantes ofertas de los puntos de venta y cafeterías de cuentapropistas con las que exhiben establecimientos similares de la parte estatal lo que denota la necesidad de asumir de una manera más dinámica las medidas aprobadas para perfeccionar la labor en este sector, cuyo impacto en el bienestar de la sociedad es grande.
Por esa razón, los asistentes a la II Conferencia Municipal del Sindicato de los Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios (Sntcgs) en ese territorio del norte tunero centraron sus debates en este asunto y se pronunciaron por implementarlas conscientes de los beneficios que reportan.
Sin lugar a dudas, alcanzar esos objetivos requiere de la contribución colectiva, pero “¿cómo lograrlo si algunas veces los directivos principales no asisten a las reuniones sindicales y no presentan los informes exigidos o lo hacen por puro formalismo”, reprochó Teresa Fonseca, desde su experiencia laboral de 29 años y 24 como dirigente obrera de base.
“Necesitamos un sindicato de pecho abierto, dispuesto a muchos sacrificios”, exaltó Teresa y reclamó respuestas rápidas, oportunas y serias a las inquietudes de los trabajadores, “cuando no haya solución debe primar la explicación”, remarcó y definió esa actitud como una manera de alimentar el sentido de pertenencia, que transita, también, “por sumar sus propuestas, iniciativas, tenerlos en cuenta en la toma de decisiones”.
Para Lidia Foy Hechavarría, de la sección sindical Hotel Las Américas, las cosas están claras “la creación de la Unidades Empresariales de Base (UEB) es una de medidas para mejorar el trabajo, aumentar las ofertas, aprovechar oportunidades y aplicar alternativas que propicien más trabajo y no para reducir plantillas”, denunció aludiendo a ciertas direcciones administrativas que buscan eficiencia reduciendo el número de sus trabajadores.
Ante esa situación, “los dirigentes sindicales deben estar alerta para evitar desmanes”, remarcó Maricelis González Hernández, secretaria general del Buró Provincial del Sntcgs, y recordó que “no hay nada de ordeno y mando. Todo tiene que ser consensuado con el sindicato y con los trabajadores”.
El destacado innovador Alfredo Lorenzo Mejides, con más de 38 años en el taller La Aguja, encomió el papel de los aniristas ante las carencias de piezas e insumos y llamó la atención sobre el deterioro de los servicios que prestan vinculados con la Revolución Energética.
Y su reflexión trascendió las escaseces materiales, harto conocidas, “porque, alertó, mientras nuestros mecánicos no tienen los recursos para resolver los problemas de muchos de los más 20 de mil núcleos familiares del municipio, en la Empresa Universal hay determinados renglones que otras entidades adquieren y comercializan en ferias”. Huelgan los comentarios.
Jorge Antonio Rojas Velázquez, del Secretariado de la CTC en la provincia, criticó la inercia de administrativos que no asumen con creatividad los retos actuales y convocó a aprovechar las oportunidades que dan las 43 medidas aprobadas para el fortalecimiento de la Empresa Estatal Socialista, que redundarán en la satisfacción de necesidades del pueblo y de los propios trabajadores.
“Mientras las mipymes se autogestionan los insumos y avanzan, las Unidades Empresariales de Base están generando pérdidas. Hay que involucrar más a los trabajadores en la búsqueda de alternativas que cambien esta situación”, apostilló y destacó el rol de los colectivos laborales en la recuperación económica del país.
Gissy Aguilera Reguera, miembro del Buró Municipal del Partido, recordó que el principal cuadro político es el administrativo, el director, por lo que tiene la responsabilidad de mantener unidos y bien informados a sus colectivos. “Los trabajadores forman parte de las decisiones y todo hay que discutirlo con ellos”, sentenció en las conclusiones.