Hasta la situación bélica en Ucrania resultaba una exigencia, para vendedores y compradores de armas conocer con precisión cuál era el destino de las mismas, sin importar su calibre o letalidad, y solo se desconocía el destino final de otras, cuando caían en manos de terroristas, narcotraficantes o delincuentes de todo tipo.
Un verdadero caos ha provocado la euforia de Estados Unidos y sus seguidores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) en armar y rearmar a Ucrania, tantas veces como sea necesario, con el fin de alargar lo más posible el enfrentamiento con Rusia.
Sin embargo, y es preocupación de la totalidad de los países y organismos internacionales, el irresponsable envío de todo tipo de armamento a Ucrania por parte del bélico trío y su total descontrol por parte de quienes las envían y los que la reciben, crea un “atajo” que conduce ese armamento a manos no deseadas.
Los especialistas llaman la atención que las cantidades enviadas a Ucrania son contabilizadas por los vendedores, pero cuando llegan a su destino comienza el descontrol.
Una buena cantidad ha sido destruida u ocupada por las Fuerzas Armadas de Rusia, otras las utilizan los militares ucranianos y los neonazis en atacar a militares y civiles, El resto, bueno habría que preguntarle a las mafias que se dedican a vender armar a grupos terroristas, entre otros.
Los vendedores, en especial los estadounidenses, se quejan por no estar “en el terreno”, para su control, sin dar muchas explicaciones, desde mucho antes de la operación militar rusa.
Manden más armas, que estamos “ganando”
El flujo de todo tipo de armas comenzó en el mismo momento en que instructores yanquis, británicos y de otras nacionalidades iniciaron el entrenamiento de oficiales y soldados ucranianos, al mismo tiempo que asesoraban a científicos locales en la creación de armas biológicas prohibidas.
Ya pasaron más de 100 días del enfrentamiento armado y nadie, absolutamente nadie, es capaz de saber cuántas y cuáles han sido las armas que han perdido la ruta trazada y hoy las tienen a buen resguardo traficantes y grupos terroristas.
La preocupación no es solo de Rusia, que insistentemente ha llamado la atención del peligro, sino de organismos especializados muy lejos de considerarse como prorrusos, No obstante, Zelenski cada día exige más y más armas.
Jurgen Stock, secretario general de la INTERPOL aseguró el 2 de junio que “la amplia disponibilidad de armamento durante el actual conflicto conducirá a la proliferación de amas ilícitas en la fase posterior y la posibilidad que terminen en el mercado negro donde se comercializarán en todos los continentes”.
Y agregó, “los delincuentes están, ahora mismo, enfocándose en eso con precios significativamente altos, especialmente en los países escandinavos. Esto incluye que hasta las armas pesadas estarán disponibles en el mercado criminal.”
Por su parte la jefa de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (EUROPOL), Catherine De Bolle, dijo: “queremos evitar que se produzca una situación como la de la guerra de los Balcanes hace 30 años, cuando las armas puedan caer en manos equivocadas. El organismo rastrea “actividades encubiertas de salida y entrada que llevan a cabo conocidos terroristas y extremistas violentos entre Ucrania y la UE”.
No hay peor sordo…
El diario español, el País publico el segundo domingo de junio que España tiene la intención de suministrar a Ucrania armamento pesado, misiles antiaéreos y carros de combate Leopard, según algunos especialistas por presión de Washington.
Sobre el tema, Zhao Lijian, portavoz del MINREX chino, precisó que EEUU invirtió 400 veces más en armas para Ucrania, que para la cooperación con naciones asiáticas, para concluir que eso, “es muestra de cuánto ama la guerra”.
El 4 de junio Putin preciso, “en caso de suministro de misiles de largo alcance a Ucrania sacaremos conclusiones y podremos atacar objetivos que todavía no hemos atacado”.
Un día después el embajador ucraniano en Berlín tachó “de vergüenza que pasaría a la historia que “Alemania todavía no haya suministrado tanques a Kiev.”
El canciller ruso, Sergei Lavrov, precisó lo que implicaba para los europeos la ayuda militar a Ucrania. “En Europa el nivel de vida se está deteriorando, la inflación aumenta y las tasas decrecimiento se desaceleran. Ha aparecido incluso el concepto de nuevos pobres”.
Incapaces de controlar el caos provocado en el planeta ante el vano objetivo de provocar el mayor daño a la Federación Rusa primero, y a la República Popular China después, el bélico trío pierde la esperanza de una guerra “hasta el último ucraniano” y al peligro de las armas en manos equivocadas se suma a otras situaciones que amenazan a los agresores y a todo el planeta, como la crisis alimentaria. Mientras, Zelenski sigue pidiendo armas, más armas.
Material Relacionado
