Con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del Miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, comenzó este martes, en el emblemático Hotel Nacional de Cuba, el XIII Congreso de la Confederación de Italianos en el mundo (CIM).
Lo primero que tuvo lugar en el Salón 1930 del Nacional, fue un desfile de las más de treinta banderas, a modo de repaso simbólico de las naciones en las cuales existen comunidades italianas, como Australia, Albania, Holanda, y países de América Latina, incluida Cuba.
A cargo de Ángelo Sollazzo, Presidente de la Confederación de Italianos en el Mundo, estuvieron las palabras inaugurales del evento que se extenderá hasta este jueves. El directivo hizo alusión al apoyo excepcional que Cuba ha brindado tradicionalmente a la Confederación; y enfatizó que el XIII congreso de la CIM acontece en La Habana luego de dos años angustiosos de una pandemia que en Italia cobró la vida de 240 000 personas, y que en el mundo provocó el fallecimiento de más de cinco millones de seres humanos.
Emotivo momento –marcado por una ovación de los presentes- se produjo cuando Ángelo Sollazzo recordó con profunda gratitud la ayuda brindada por los médicos y los profesionales cubanos de la Salud en tierra italiana, para enfrentar la devastadora epidemia del nuevo coronavirus.
En otro orden de ideas Sollazzo dijo –a propósito del conflicto bélico que sufre Europa- que jamás hubiera podido imaginarse que el 2022 estuviese marcado por un enfrentamiento de grandes magnitudes, habiéndose vivido ya la II guerra mundial. Él reprobó tal conflicto; lo descalificó más allá de cualquier motivo por el cual se produjo.
Seguidamente el ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García Granda, subió al podio para, en nombre de las autoridades del Estado y el Gobierno cubanos, afirmar que es un placer recibir en un hotel que es monumento nacional e insigne de la hotelería en la Isla, a quienes asisten al XIII Congreso de la Confederación.
Después de 24 años nos volvemos a encontrar, dijo García Granda; y recordó el año 1998, cuando en el balneario de Varadero y con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se celebró la cita de la cual Cuba fue anfitriona.
Deseamos extender un agradecimiento al señor Sollazzo –dijo el titular- por haber elegido, por segunda vez, al país caribeño en calidad de anfitrión. Granda compartió la certeza de que este XIII Congreso contribuirá a impulsar las inversiones, los negocios y las relaciones comerciales de Cuba con Italia y con los países donde hay comunidades de ese amigo país europeo.
“Sean bienvenidos a una Cuba que vive y trabaja”, afirmó el ministro a los presentes en el Salón 1930; e invitó a todos a disfrutar de las bondades de la Isla.
Como muestra de gratitud por el inolvidable apoyo que Cuba brindó a Italia en los duros días de la pandemia, el señor Ángelo Sollazzo hizo entrega al Presidente Díaz-canel Bermúdez, del “Sello al Hombre CIM del año”. Es una distinción, dijo el Presidente de la Confederación, que se otorga a pocos en el mundo. Ante todos, Sollazzo confesó que para él era un honor distinguir al mandatario.
Ángelo Sollazo también entregó al ministro de Salud Pública de Cuba, Dr. José Angel Portal Miranda, el “Premio CIM del año”. En el texto del diploma podía leerse: “En el momento más dramático de la pandemia del COVID-19 que había golpeado a Italia con miles de muertos, los médicos cubanos, con gran espíritu de sacrificio, mostraron al mundo qué significa solidaridad y amistad. Un agradecimiento por su presencia en Italia, prueba de gran generosidad”.
“Gracias, gracias, gracias”, dijo Sollazzo a Portal Miranda, por todo lo que ayudaron los hijos de Cuba a los ciudadanos italianos azotados por la COVID-19.
La CIM agrupa a los italianos en los diferentes países donde hay emigración de ese país europeo. Al XIII Congreso concurren representantes de esas comunidades, especialmente interesados en temas como el desarrollo del turismo en Cuba. El cónclave incluirá mesas que versarán sobre la inversión extranjera, la construcción, la energía, y la actividad turística.
(Tomado de presidencia.gob.cu)
Ser agradecido es de las mejores virtudes que puede tener un ser humano y el pueblo de Italia no olvida la solidaridad del esforzado y bloqueado pueblo cubano y su gobierno, que en momentos tan difíciles y en los primeros tiempos cuando se sabía poco de este virus no vacilamos en ayudarlos, nunca lo hemos hecho con nadie que nos haya pedido ayuda, de hecho nos hemos brindado sin que no las hayan pedido. Nuestro pueblo, como dijera nuestro invencible Comandante en Jefe en los duros años 90 merece un lugar en la historia y un lugar en la gloria. A pulso nos hemos ganado el reconocimiento de muchos en diferentes sectores en los que podemos colaborar y lo hemos hecho de forma altruísta. Si toda esa ayuda a tantos países del mundo se volcara hacia nosotros sin dudas sería una forma de socavar el bloqueo.