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Unidad, elemento vital para la región

Cada encuentro de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) renueva el “compromiso con el fortalecimiento de este mecanismo de concertación política, sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica, fruto de la voluntad política de sus fundadores, los Comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías”.

 

Así lo ratificaron en la Declaración Final los Jefes de Estado y de Gobierno de las naciones miembros reunidas en La Habana en diciembre del 2021, los cuales volverán a encontrarse este viernes en la XXI Cumbre de la Alba-TCP.

Frente a ese proyecto unitario y solidario se alza otro excluyente e imperialista, el de la Cumbre de las Américas, que en unos días congregará en Los Ángeles a algunos de los presidentes del hemisferio.

 

[note note_color=»#de0a16″ text_color=»#ffffff»] La Alba-TCP fue creada el 14 de diciembre del 2004 en La Habana por el Comandante en Jefe Fidel Castro y el Comandante Hugo Chávez. La integran el Estado Plurinacional de Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, y Venezuela. Tiene además tres naciones invitadas: Siria, Haití y Surinam.
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“Ni cumbre ni de las Américas. Fracasa la convocatoria de Estados Unidos a una reunión excluyente que no busca allanar los caminos de integración americana, sino instrumentalizar todo espacio en favor de sus intereses hegemónicos”, tuiteó el secretario ejecutivo de la ALBA-TCP, Sacha Llorenti, Llorenti, quien ya se encuentra en Cuba.

Este jueves también arribó a La Habana el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, quien realiza una visita oficial que servirá de preámbulo a la cita prevista para el viernes 27.

 

Puede ver: Distinguen con Orden José Martí al primer ministro de San Vicente y las Granadinas (Cobertura Especial)

 

La inconformidad con la decisión de  la administración de Joe Biden de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas, motivó el reclamo de varios gobiernos de la región, entre ellos los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México), Xiomara Castro (Honduras) y Luis Arce (Bolivia), así como los mandatarios de la Comunidad del Caribe (Caricom), que han amenazado con no acudir al evento.

Alberto Fernández (Argentina) y Gabriel Boric (Chile), por su parte, confirmaron su presencia en Los Ángeles, pero se sumaron al coro de naciones que reclama a EE. UU. invitar a todos.

Mientras ese debate transcurre, las naciones de la Alianza adoptarán una postura común y evaluarán qué más pueden hacer por sus pueblos y en respuesta a la pandemia, que ha profundizado el impacto de la crisis mundial en la región.

Tal como reconoció en una cita anterior el mandatario de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, “Alba es el único proyecto de integración de los pueblos que ha sabido llegar a la vida del humilde para llevarle salud, educación, vida y presencia”.

 

[box title=»Ejes transversales de la Alianza:» box_color=»#de0a16″ radius=»4″]

– En lo social, hacer énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión. Busca saldar la deuda social de los países Latinoamericanos y Caribeños, a través de Proyectos Sociales.

– En lo político, abrir nuevos espacios de consulta, coordinación y concertación, para constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones comunes ante terceros; se caracteriza por la lucha contra el intervencionismo y la guerra; la promoción de un cambio hacia un Sistema Internacional Pluripolar y Multicéntrico.

– En los movimientos sociales, buscar articular y fortalecer la organización de los pueblos para consolidar la integración.

– En lo económico, procurar la construcción de una Nueva Arquitectura Económica y Financiera, que supere las asimetrías existentes a través del desarrollo y del bienestar social.

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Gracias al organismo integracionista tres naciones erradicaron el analfabetismo; 11 mil nuevos médicos llegaron a comunidades de la región tras graduarse en las escuelas fundadas para ese fin en Cuba y Venezuela; más de 2 millones de latinoamericanos y caribeños fueron operados de la vista; mientras otro millón y medio de discapacitados fueron diagnosticados.

La Alba-TCP también ha propiciado la “inversión de los ingresos por venta de combustible mediante acuerdos de pagos justos, en el desarrollo social, agrícola, pesquero, de la industria y las reparaciones navales, la creación de capacidades industriales, la minería extractiva, las obras de infraestructura vial, hidráulica, aeroportuaria, portuaria y en el turismo”, reconoció el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Gracias al empeño fundacional de la Alba-TCP, algunos Estados han podido avanzar en ese largo y tortuoso camino de saldar las deudas que han dejado en la región el colonialismo y el capitalismo. La voluntad política de una decena de gobernantes ha mantenido con vida un paradigma de solidaridad, cooperación y concertación que marca el futuro.

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