Como una respuesta concreta a la actualización de la Estrategia Económica y Social volverá la experiencia de los Parlamentos Obreros, anunció Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la CTC, en la Quinta Sesión Extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“El movimiento sindical tiene una gran responsabilidad en la necesidad de elevar el nivel de ofertas de bienes y servicios a la población, sobre todo en moneda nacional, a partir de su impacto y correlación directa con la pérdida de la capacidad de compra de los salarios y la presencia de precios especulativos y abusivos.
La empresa estatal socialista, como estructura productiva fundamental, tiene el deber —diría que la obligación—, de asegurar y enfrentar con mayor efectividad el crecimiento de la oferta y su diversificación. Hoy, dentro del entramado de actores económicos, opera con limitaciones la asignación de combustible y las divisas.
“Hay que ser autocríticos con las políticas públicas aprobadas para dotar de mayor autonomía y descentralización de facultades a la empresa estatal socialista y otras dirigidas hacia el comercio interior, a la agroindustria azucarera, a la producción y comercialización de productos agropecuarios, porque no siempre encontramos una evaluación objetiva de sus impactos y resultados, que nos permita ir corrigiendo de manera oportuna y con integración las desviaciones que se producen.
“Casi el 25 % del sistema empresarial cubano tiene pérdidas en su gestión y agrupa a un número importante de trabajadores, quienes ahora no tienen posibilidades de adquirir la parte móvil del salario. Un grupo de empresas incumple la productividad de trabajo como elemento referencial de eficiencia y en otras prevalecen las pérdidas, no siempre como resultado de su gestión sino asociadas a elementos de diseño. Eso ya se atiende, aunque es momento de ponerle una mayor agilidad al análisis de su desempeño.
“Por otra parte, en el sector no estatal, su crecimiento no es lo más importante, sino la evaluación de sus impactos y el encadenamiento con la empresa estatal. Nosotros estamos cumplimentando el aseguramiento político a este sector en el que hay que trabajar por la formación de una conciencia y una responsabilidad social, que se refleje en no obtener ganancias abusivas con precios especulativos que impactan en nuestra población.
“Hemos estado discutiendo no lo que nos hace falta o necesitamos, sino la reserva de lo que tenemos para que el concepto de resistencia creativa no sea consigna sino un ejercicio práctico y cotidiano en función de encontrar respuestas concretas a la participación de los trabajadores.
“Hay dos acciones fundamentales en las que estamos trabajando. Junto a la Contraloría General y algunos académicos, valoramos la reconceptualización de lo que es una rendición de cuenta de los dirigentes administrativos a sus trabajadores. Hay muchos ejemplos de falta de vinculación con los obreros, de prácticas de dirección de ordeno y de no escuchar u omitir el criterio de los trabajadores. Eso también es un ejercicio de debilidad sindical porque desde el punto de vista jurídico, normativo y legal tenemos el derecho de exigir eso.
“Y el segundo elemento es que estamos concluyendo las bases metodológicas para ir a un proceso de discusión desde la experiencia de los Parlamentos Obreros, para que todo el que tenga una idea propositiva y aportadora la pueda exponer en función de encontrar las soluciones al problema más trascendente de la economía. Esa será nuestra respuesta más directa a la Estrategia Económica y Social”.