Candelaria y Herman Zapp acaban de regresar a su natal Argentina después de darle la vuelta al mundo durante 22 años. Volvieron con cuatro hijos, cuatro libros publicados y más de 100 países en la memoria. Cuba entre ellos.
«Me llamó la atención la seguridad. Volvíamos a las dos de la mañana, íbamos a los barcitos, nada de miedo. ¡Y la alegría de la gente, siempre contenta!», rememoró ella, a quien encontramos con su esposo en un llamativo stand muy próximo al de Cuba en la actual Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
«Fue relindo en Cuba. Una familia nos hospedó. Recuerdo la cara de felicidad por una valija que les llevamos de cosas que necesitaban en la casa. Estuvimos dos semanas, y recorrimos La Habana», dijo Herman sobre la ciudad invitada de honor a esta edición 46 de la principal cita editorial argentina.
El auto Graham-Paige de 1928 en el que recorrieron los cinco continentes es el decorado fundamental de su espacio, donde abundan los mapas, audiovisuales y las reiteradas ediciones de sus cuatro títulos con las historias del viaje, bajo el título de Atrapa tu sueño.
«Nos encantó. No pudimos llevar el auto a la isla porque era muy complicado, pero fuimos a finales de 2001, ya embarazada de mi primer hijo», contó Candelaria.
Los dos hijos y dos hijas de la pareja viajera tienen ahora 19 años (nació en Estados Unidos), 17 (en Argentina), 14 (Islas Voncouver, Canadá) y 13 (en Australia). Validaban sus niveles escolares con el envío de los exámenes a su país, y ahora están de regreso desde el 13 de marzo pasado.
La idea original era solo llegar a Alaska en un viaje de seis meses, que se convirtió en la larga travesía de más de dos décadas, desde su partida el 25 de enero del 2000.
«Regresamos porque fuimos a dar la vuelta al mundo, y lo hicimos», reafirmó. «La gente en el mundo fue maravillosa. Nos abrieron las puertas de sus hogares. Hay lugares bellos, pero las personas son lo más hermoso de este mundo», valoró.
¿Cuándo regresan por allá?, pregunté. «No lo sé, pero debe ser pronto – auguró Herman – porque me quiero comprar un velero para volver a recorrer el mundo, y seguro tendremos que pasar por Cuba «.