Serenidad en medio de la adversidad. Es la máxima que sucesivas generaciones de cubanos hemos sabido interiorizar y aplicar en una Isla que parece destinada a probarse a sí misma, todos los días, ante retos que irrumpen investidos de combinaciones siempre nuevas. Serenidad, en estas horas, ante la explosión desgarradora del Hotel Saratoga en La Habana Vieja.
Es lo que decía este sábado —cuando era la tres de la tarde y unos minutos— el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los cubanos y cubanas que ininterrumpidamente laboran en lo que ha quedado del Hotel, desde que al filo de las once de la mañana del viernes se produjera el siniestro.
«Aquí nos quedan varios días de trabajo», comentó el Jefe de Estado bajo un sol muy amarillo y abrasador, mientras saludaba a bomberos, rescatistas, y paramédicos en la zona del desastre. «Es muy duro lo que ha pasado, quiero agradecerles por el trabajo que han hecho». Y hacía énfasis: «Hay que hacerlo todo protegiendo a las personas que están trabajando; analizar antes cada cosa que se vaya a hacer, tener un plan, una estrategia para cada intervención».
Lo decía el mandatario porque él ha estado al tanto, junto a diversas autoridades del país y de la ciudad, de cada detalle de los sucesos; porque antes de hablar con los artífices del rescate y el ordenamiento del lugar impactado por la explosión, había estado conversando en un puesto de mando cercano al derrumbe con expertos que le informaron sobre los riesgos que entraña un inmueble todavía inexplorado en algunos de sus espacios, y donde hay que entrar evitando reacciones en cadena, nuevos accidentes; porque, los que salvan, también deben aplicar el arte de ponerse a buen resguardo desde el conocimiento, la resistencia y la serenidad.
Entre los paramédicos, Díaz-Canel quiso saber cuántos viajes de ambulancias se han producido y cuántas horas llevan trabajando los profesionales. Entonces, desde el grupo, una mujer joven respondió que estaban allí «desde ayer (viernes) a las once de la mañana, y… pálante».
En algún momento fue abordado allí por reporteros de Cuba y de otras partes del mundo. A ellos, el dignatario les explicó que todas las personas que estaban en inmuebles colindantes al Saratoga, y en peligro, han sido trasladadas: «una parte se reubicó en casas de familiares o vecinos, y otros fueron llevados a una villa de instalaciones turísticas».
Habló además del trabajo de rescate de las víctimas: «lamentablemente, reflexionó, hemos tenido que vivir con este siniestro, y todavía hay indicios de que pueden quedar personas atrapadas que no sabemos si están vivas o no; y se está trabajando en eso; lo que pasa es que ya avanzar cuesta mucho trabajo por el nivel de peligro que hay, y se está trabajando de manera muy especializada por parte de las fuerzas que tienen conocimiento y dominio, para avanzar con seguridad y dar la respuesta en el menor tiempo posible».
El Jefe de Estado explicó a la prensa que se ha estado trabajando, además, con las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido, y que no se ha dejado de la mano la atención a las ceremonias funerarias que tristemente están teniendo lugar como desenlaces del siniestro.
«Se ha estado trabajando —puntualizó— en función de la salud de las personas que tienen un número de lesiones, y hay varios hospitales que están en función de ello». Como tareas inmediatas el mandatario hizo referencia a la necesidad de terminar la recogida de escombros, de poder rescatar a las personas con vidas o a los cuerpos inertes que todavía puedan estar bajo los escombros.
Después, dijo, vendrá el momento de la «evaluación total de los daños, para entonces acometer las acciones de recuperación, tanto en las viviendas como en un grupo de instituciones sociales que están alrededor de este hotel y que también sufrieron daños». Y después, razonó, habrá que «recuperar el hotel a partir de lo que se decida con el edificio, porque hay que valorar también en qué condiciones estructurales quedó».
«Es lamentable que haya ocurrido este accidente, pero de los momentos malos uno saca las experiencias para evitar que se repitan; y sobre todo, la voluntad para superar todas estas situaciones y seguir avanzando», afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista.
A la prensa, Díaz-Canel Bermúdez agradeció por la «objetividad con que han estado informándole al mundo lo que ha estado pasando», porque «han ayudado también a que (fuesen contrarrestadas) incomprensiones o falsas noticias que se dieron al inicio por parte de algunos sitios digitales —sobre si había un atentado, sobre si había una bomba, o sobre si algunas instituciones hoteleras estaban descuidadas—».
Acerca del Saratoga, el mandatario declaró que esa instalación «era un hotel con todas las condiciones»; y señaló que «las investigaciones que se están haciendo» son las que «nos llevarán a profundizar en cuál fue la causa del siniestro; nos darán luz sobre eso».
El siguiente punto en la agenda del mandatario fue el Hospital Clínico Quirúrgico «Hermanos Ameijeiras». En su recorrido por el emblemático centro asistencial saludó a familiares de pacientes, conversó con médicos, enfermeras, trabajadores de ese universo donde se lucha todos los días por el ser humano. Su viaje llegó hasta las camas de quienes se recuperan luego de haber sufrido las consecuencias de la explosión en el Saratoga.
«Estás totalmente adolorida…. ¿Te atienden bien?», había preguntado el Presidente a una de las mujeres encontradas y rescatadas en la zona del desastre. «Confianza…», dijo el mandatario, en algún momento, a los familiares que esperan ansiosos por la recuperación de sus seres queridos. Y en esa palabra podía advertirse la alusión a quienes ahora, como tantas otras veces, lo están dando todo por salvar a sus semejantes.
Chequeo imprescindible
Antes de que Díaz-Canel Bermúdez saliera rumbo a las inmediaciones del Hotel Saratoga, tuvo lugar en el Palacio de la Revolución una reunión de chequeo a todo cuanto se está haciendo a raíz del lamentable accidente, la cual estuvo encabezada por el mandatario, así como por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y por el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa; ambos, miembros del Buró Político.
El Jefe de Estado se interesó por el número de fallecidos, por cómo están las familias que han perdido a alguien, por los trámites de los sepelios, por la reubicación de quienes sufrieron la afectación de sus inmuebles.
El Gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, ofreció información detallada sobre todos los temas en cuestión. Apoyado en un corte realizado por el Ministerio de Salud Pública a las once de la mañana, dijo que había 46 pacientes hospitalizados, y 26 fallecidos (13 mujeres, y 13 hombres, todos identificados), y dentro de este último grupo, sumaban cuatro los menores de edad.
García Zapata explicó que se está dando en cada municipio una atención a las familias afectadas, que el seguimiento y el acompañamiento han sido permanentes. Igual hizo referencia a los siete hospitales que han recibido a las víctimas del accidente, a las listas que ya existen «de todas las personas que están ingresadas, de los fallecidos: eso nos permite poder explicar a las personas, a los familiares», permite esclarecer cada caso.
Se creó una oficina en el Palacio Central de Computación —dijo el Gobernador—, con especialistas en rescate y salvamento, con psicólogos, con personal de la Salud; todo, destinado a las familias cuyas personas están desaparecidas y no han sido ubicadas en ninguna institución hospitalaria.
El Gobernador de la capital explicó cómo han sido reubicadas las familias que debieron salir de sus inmuebles en peligro. Y en ese tema el Jefe de Estado habló sobre la importancia de «garantizar la protección a los apartamentos afectados, para que nadie se vaya a robar los bienes de las personas».
En lo que respecta al programa de recuperación de las viviendas y del hotel, precisó el Gobernador, se están haciendo las evaluaciones técnicas de los edificios, tanto de los que están en la calle Prado como los que están en Zulueta; y «ya se han ido tomando las decisiones».
Sobre las posibles donaciones por obra de la solidaridad, tema del cual se viene hablando en las últimas horas, el Presidente Díaz-Canel comentó acerca de la pertinencia de hacer un programa para que, a través de las organizaciones del Gobierno, se centren las donaciones que las personas quieran hacer: «hay que dar información a la población», dijo.
En tal sentido el Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca Díaz, informó que «ya se activó un grupo de trabajo para el tema de las donaciones internacionales». Ya algunas instituciones, por ejemplo el sistema de Naciones Unidas, han planteado la posibilidad de ayudar, expresó el titular, quien además dijo que desde el Mincex se ha coordinado con el Gobierno de la capital y con el Ministerio de Salud Pública, en lo referente a las cosas que más urgen.
El Primer Secretario del Comité Provincial del Partido Comunista en la capital, Luis Antonio Torres Iríbar, informó: «Tenemos los almacenes de La Habana Vieja, bajo la dirección del Gobierno municipal». Afirmó que todo el que se acerque allí animado en la buena voluntad de donar, puede hacerlo (como cuando se hizo en los días del tornado que azotó a La Habana en 2019).
Hacia el final del chequeo, el Presidente Díaz-Canel hizo hincapié en las prioridades de trabajo: atención a las familias de los fallecidos (o de los que puedan fallecer); continuar priorizando las búsquedas; dar seguimiento a las familias que han sido reubicadas; «y, por supuesto, seguir trabajando en la investigación de las causas» del siniestro. Mencionó, además, la protección de los bienes de quienes han sido reubicados; cumplimiento de los cronogramas establecidos para solucionar afectaciones, tanto en viviendas, como en el hotel; inicio del curso escolar el próximo lunes; y organizar las donaciones, tanto las provenientes del exterior, como las de dentro del país.
Antes del chequeo, tuvo lugar la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control de la COVID-19. Un informe detallado del ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, dio cuentas de que las cifras de la epidemia descienden alentadoramente. Esa es la lucha de un país que, de toda adversidad y dolor, saldrá siempre dispuesto a reemprender la vida.