Estoy viva y trabajando
Yanisbey Ciprián Brito tiene, entre las múltiples razones para haber desfilado y compartido con sus coterráneos, en la fiesta de la clase obrera este domingo: «La dicha de estar viva y trabajando, en primer lugar, por el talento de los científicos con la creación de las vacunas, y la heroicidad de los trabajadores de la Salud en el enfrentamiento a la Covid-19.
«Por tanta consagración y resultados, el personal de ese sector integró el primer bloque de la marcha combativa en nuestro territorio, en defensa del perfeccionamiento del modelo socialista cubano», expresó quien se desempeña como secretaría general del Comité Municipal de la Central de Trabajadores de Cuba en Ciro Redondo, de la provincia de Ciego de Ávila
«Precisamente, en reconocimiento a tan altruista aporte, en la mañana de hoy condecoramos con la medalla Trabajador Internacionalista, a Midiala Méndez, Gloria García, Neisy Hernández y Tamara Pérez».
La dirigente sindical, de 31 años de edad, afirma que las diversas tareas realizadas en homenaje al Día Internacional de los Trabajadores, continuarán tras la celebración de esta festividad, «porque Cuba vive y trabaja, una consigna que servirá de acicate para seguir impulsando la recuperación de la economía con énfasis en la producción de alimentos». /José Luis Martínez Alejo
Los de Salud, los primeros
Que por su entrega y sacrificio el sector de los trabajadores de salud fueran escogidos para iniciar el desfile por el Primero de Mayo, fue una suerte de regalo, de un tremendo regalo.
Quizás por eso, y porque no sabe ser de otra forma, el joven de 26 años, Eriel Molina Jaime, médico residente en la especialidad de oncología fue de los primeros en llegar a la plaza.
«Estos fueron años complejos, dijo, y aunque nuestro sector resaltó como protagonista fue una batalla librada por todos los trabajadores. Por eso es que venimos a la plaza a reafirmar nuestro apoyo a la Revolución».
Otro joven que fue a celebrar el día, fue el médico Dennis Giraldo Pouza, quien se especializó en terapia intensiva durante la pandemia en el hospital Amalia Simoni.
Este centro educativo atendió a más de 30 mil pacientes de Ciego de Ávila y Camagüey y, como expresó, «fue la mejor escuela.
«Estos fueron meses de mucho sacrificio y hoy se nos reconoce. Pero los jóvenes venimos no solo a representar nuestra labor, sino, además, a patentizar nuestro apoyo». / Gretel Díaz
Una soberana vacuna ideológica
«Estar en la Plaza Comandante Ernesto Guevara de Santa Clara fue un privilegio. Estuve todo el tiempo emocionada, vi a un pueblo alegre, victorioso, masivo, marchando unido y comprometido con alegría frente al Guerrillero Heroico», afirmó.
«Era interminable el desfile, se denunció al bloqueo estadounidense y las patrañas imperiales que pretenden desunirnos, desarticularnos e impedir nuestro desarrollo, pero los cubanos sabemos dar respuestas firmes y certeras, esta fue contundente», aseguró.
Por la Plaza del Che desfilaron más de 180 mil trabajadores con sus familiares. El pueblo unido festejó, celebró y agradeció a científicos y personal de la salud ser salvadores de la nación. La juventud, como símbolo de continuidad histórica, cerró el desfile con extraordinario ímpetu./ Lourdes Rey
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Hoy estaban felices, se les veía inmensos. Hace meses los vi preocupados, atareados, sus rostros tenían una mezcla de aliento contenido que hoy desapareció. Estaban alegres, las ansias de vivir y haber salvado vidas los renovó.
Son los enfermeros Alejandro Troya Gutiérrez, quien atendió a los pacientes por Covid -19 en el Hospital Militar Manuel Fajardo de Villa Clara y la licenciada Mayelin Mercochini, protagonista de la atención a neonatos y embarazadas en el Hospital Materno Mariana Grajales.
«Estamos frente al Che, le juramos fidelidad. Emociona ver a este pueblo salvado desfilar aqu , como hace dos años atrás. Cuba es la isla de la esperanza y la entrega, nuestra ciencia y sus grandiosas vacunas hicieron el milagro de vencer «, expresó ella.
Él recordó los días duros y complicados dedicados sin descanso a salvar vidas, las ininterminables horas de cansancio en la atención a ancianos, mujeres y niños.
«Valió la pena, me parece mentira esta felicidad de hoy. Podré decir que estuve en el primer Primero de Mayo después de la pandemia, que llegué hasta este lugar sagrado donde se le rinde tributo al honor y la historia, aquí junto al Che, para seguir dando mi corazón por Cuba, que vive y trabaja», afirmó.
Estaban orgullosos junto a sus colegas de las diferentes instituciones de salud del territorio abriendo el desfile en Villa Clara , el pueblo los aplaudió en ese instante en que merecidamente iniciaron la marcha gloriosa de este día./ Lourdes Rey