Él estuvo con Ramiro Guerra en el titánico empeño fundacional de la danza moderna cubana. Pero también estuvo con el Ballet Nacional de Cuba, con el Conjunto Folclórico Nacional, con buena parte de las compañías emergentes del gran movimiento de la danza cubana.
Sus creaciones han marcado la visualidad de centenares de obras, con una impronta de autor inconfundible. Ha dialogado de tú a tú con importantes coreógrafos, bailarines, directores de compañía.
Ha recibido galardones en Cuba y en varios países del mundo por la excelencia de sus propuestas.
Por eso, y también por la constancia, un jurado integrado por artistas y especialistas de la danza le ha otorgado el Premio Nacional de Danza 2022 a Eduardo Arrocha (La Habana, 1934), uno de los principales referentes del diseño escénico cubano.
El maestro Arrocha había merecido ya el Premio Nacional de Teatro 2007 y el Premio Nacional de Diseño 2013, así como las más altas condecoraciones que otorga el Estado Cubano por los valores de la creación artística.
El más reciente galardón, que le será entregado próximamente, reconoce una consagración por décadas a la danza, un arte que ha considerado esencial en su itinerario artístico.
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