Camagüey.- El recto de izquierda de Andy Cruz, taladra la defensa y el rostro de Luis Reyes. Su brazo y puño derecho en forma de swing acuñan otro ataque “marca registrada”. Su juego de pies, rítmico y veloz hacia adelante y atrás, se roba la atención del público.
A un costado del ring, Rolando Acebal, jefe técnico de la selección nacional toma notas, se cruza de brazos y a veces hasta murmura alguna idea. Es como si apreciara por vez primera un espectáculo que hace algún tiempo le es feliz y habitual.
Me acerco y le pido un par de minutos. “Ahora es difícil” me explica sin perder de vista lo que acontece sobre el cuadrilátero.
“Profe estoy contra reloj. Debo mandar la nota para el periódico”, le digo con mi mejor sonrisa. “Esta bien” dispara con uno de esos gestos que contienen un poco de todo. Al final se impone su gentileza, gracias también a que finaliza el primer round…
“La final de la séptima Serie Nacional tiene mucha importancia para nosotros. Acá está toda la preselección cubana, más los Atletas de Perspectiva Inmediata, (API) de todo el país. Lo aprovecharemos para realizar la primera actualización de cómo se comporta la reserva del boxeo de élite en Cuba. Hay mucha paridad en los equipos, será muy fuerte la pelea. No habrá enemigo pequeño” …
La campana anuncia el comienzo del segundo asalto. Andy con su libreto habitual sobre el cuadrilátero. Simultáneamente una rápida y coordinada combinación de golpes con un único final posible: la victoria incontestable. Aun no suena el gong, pero decido continuar al “ataque”…
“Para los elegidos en el reto de enfrentar a los profesionales en México la justa es importante. Pelearán tres asaltos y luego tres más de entrenamiento”, asegura Acebal y su caligrafía, indescifrable para mis ojos se plasma en las páginas de una agenda, que presumo debe cuidar como un tesoro. “Esto forma parte de la táctica competitiva”, continúa. Aquí ellos no la tendrán fácil. Hay mucha rivalidad. No pueden confiarse. Incluso queremos hacer una nueva captación de atletas API, pues no hay un rango de divisiones fijo. Ahora en Juegos Olímpicos son siete, pero en mundiales 13”…
Casi finaliza el asalto. Andy Cruz es libre sobre el encerado. Su rival se esfuerza. Esta vez el coraje no es suficiente para apagar el incendio que lo abrasa. Una andanada de golpes le pone el cuño a la trama. El rival abandona. Andy alza ambos brazos. Está en otra dimensión…
“Profe Acebal, ¿definitivamente pelear ante profesionales será un reto y una ganancia para el boxeo cubano?”, le digo y estrecho su mano agradecido.
“Por supuesto”, afirma en tanto despide a Andy con algunas instrucciones puntuales. “Los muchachos querían probarse a ese nivel”, precisa. “Algunos llevan un tiempo establecidos a nivel mundial y precisan de nuevos objetivos. El reto que se avecina obligará a una mayor responsabilidad individual, eficiencia y calidad en el entrenamiento. Todos lo saben”.
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