Bellacamila tiene 14 años y un talento especial para el arte: pinta, canta, toca la guitarra, escribe poesía, dirige, edita y actúa sus propios cortos animados.
Es espontánea en el vestir y profunda en sus criterios; no le interesa encajar, no es complaciente para agradar ni memoriza si primero no entiende. Es la típica estudiante que le gusta a los buenos maestros porque los motiva a prepararse, a buscar métodos para llegarle y disgusta a los malos porque los pone en evidencia.
Este marzo hace un año quedó huérfana. La poeta pinera Bellasoe Cobas falleció de cáncer y diez días después, de un aneurisma cerebral —y también un poco de tristeza— su esposo, el fotógrafo Jaime Prendes. Así perdió la adolescente no solo a su madre y a su padre, también a sus referentes artísticos y todo el universo de poesía e imagen en el que creció.
Entonces su hermana Claudia —la menor de las dos que tiene—, que se acababa de mudar con el novio y estaba de luna de miel y con muchos planes inmediatos, postergó todo y asumió su cuidado permanente.
«Los primeros días fueron fáciles, eran como una acampada interminable. Después las cosas cambiaron porque mi rol ya no era el de hermana cómplice que podía secundarla, incluso, en alguna arriesgada travesura… me tocaba poner límites. Tuvimos varias peleas porque, según ella, me había vuelto «una vieja», pero hemos ido moldeándonos una a la otra.
Mi lucha constante es motivarla por la escuela y, aunque no lo he logrado del todo, con mi exigencia y los repasos que le doy en casa he conseguido que saque buenas notas. Lo otro que priorizo es garantizarle todos los espacios y medios para que desarrolle sus dotes artísticas; eso la apasiona. También he logrado que colabore con las tareas del hogar y entienda que para mí tampoco ha sido fácil.
Roldy, era mi pareja cuando todo ocurrió y solo llevábamos siete meses de relación pero asumió conmigo el nuevo hogar, adolescente incluida. Lo ha hecho de maravilla, eso le dice ella, que a todos se lo presenta como su «papá»; algo que denota lo mucho que lo quiere, claro… sin llegar a reemplazar a nuestro padre.
Los últimos meses han sido los más difíciles. Ha experimentado cambios de humor muy bruscos; por lo que, a petición de ella, estamos viéndola con un psicólogo. Yo también asisto a algunas sesiones… Saldremos adelante»
Amándose mucho superaron sus pérdidas, diferencias, miedos y oscuridades. Ese mismo será el camino para enfrentar juntas lo que venga. Es solo uno de los tantos tipos de familias que habitan en Cuba hoy y qué bueno que, también desde el amor, exista un Código de Familias para abrazarlas legalmente a todas. (Tomado de Islavisión)
Puede descargar: Proyecto del Código de las Familias (34138 descargas)